Cuatro Atributos De Las Amistades Que Honran a Dios Muestra

Bondad

En el libro de 2 Samuel 9:7, leemos lo siguiente: «¡No tengas miedo! —le dijo David—, mi intención es mostrarte mi bondad por lo que le prometí a tu padre, Jonatán. Te daré todas las propiedades que pertenecían a tu abuelo Saúl, y comerás aquí conmigo, a la mesa del rey».

Este era David hablando con Mefiboset, el hijo de Jonatán. Estaba siendo amable con el hijo de su leal, sacrificado y alentador amigo Jonatán. La bondad es otro de los atributos de la amistad. Es realmente importante y necesaria en las amistades buenas y piadosas.

Debe haber bondad en nuestras amistades. Debe haber bondad amorosa. Cuando miro hacia mi época de estudiante, me doy cuenta de que a veces me equivoqué al burlarme de la gente cuando era niño. Al mirar atrás, hay un par de personas de las que me burlé y todavía, hoy en día, me siento culpable por ello. ¿Por qué dije cosas como las que dije? Porque me sentía inseguro y ellos eran un blanco fácil. Si eres estudiante, quiero animarte a ser amable. No pongas los ojos en blanco. No todo ni todos tienen que ser categorizados como «geniales» o «no geniales». Sé el estudiante que se sienta con los que no tienen a nadie más con quien sentarse. Sé amable con la gente. Sé diferente.

Mefiboset se había lesionado los pies; era un lisiado. David se apiadó de él. Le sentó a la mesa del rey. Espiritualmente hablando, todos estamos heridos y lisiados; todos hemos caído y nos hemos herido de pecado. ¿No es una bendición cuando alguien te muestra bondad? ¿Qué nos ha mostrado Jesús? Su bondad nos lleva al arrepentimiento. Jesucristo se sacrificó por nosotros, es leal, nos anima y nos muestra su bondad.

Hay un poema, escrito por el predicador Joseph M. Scriven, que luego se convirtió en un himno llamado «Qué amigo tenemos en Jesús». Dice así: «¡Qué amigo nos es Cristo, él llevó nuestro dolor y nos manda que llevemos todo a Dios en oración! ¡Qué privilegio llevar todo a Dios en oración! Oh, qué paz perdemos a menudo, oh qué dolor innecesario soportamos, todo porque no llevamos todo a Dios en la oración». El segundo verso añade: «¿Podemos encontrar un amigo tan fiel que comparta todas nuestras penas?». Y el tercero agrega: «¿Tus amigos te desprecian, te abandonan? Llévalo al Señor en la oración. En sus brazos te acogerá y te protegerá; allí encontrarás consuelo».

No tenemos mayor amigo que Jesús. Gracias a nuestra amistad con Jesús, podemos ser buenos amigos de otra persona.

Para obtener más información sobre este devocional, sigue este enlace:https://houstonsfirst.org/message/four-attributes-of-god-honoring-friendships