Perdidos en El TemploMuestra
"De adentro hacia afuera"
Dios es bueno
Estancamiento es la suspensión o detención de una acción. En la vida cristiana se podría afirmar como un asunto del corazón, la alarma de un corazón que abandonaba al Señor Jesús.
Una ilustración es la iglesia de Éfeso que abandonó a su primer amor, Jesús. Entre buenas obras y arduo trabajo, su mensaje nos lleva a reconocer nuestro pecado, y a preguntarnos: ¿Mis ojos están puestos en Jesús?
Según nuestra definición de estancamiento, en Lucas 2:41-52 vemos que el estancamiento fue a causa de perder a Jesús de vista, perdido en medio del templo de Jerusalén. Hoy en nuestra cotidianidad nosotros nos estancamos de manera similar cuando perdemos a Jesús de vista, enfocando nuestro corazón en lo que pueden hacer nuestras manos, perdiendo nuestra esencia de relacionarnos con él, pues llegamos con la actitud de que Dios obre sólo en los planes, olvidando nuestro anhelo de conocerlo e impidiéndonos disfrutar de su compañía.
Te comparto que también pasé por el estancamiento y me fue necesario pasar tiempo con Dios, pues reconocí que pasé tanto tiempo ocupado, que ya no tenía tiempo para compartir con él, me distraje por conquistar el corazón de ella y ganar la aprobación de ellos; me desenfoqué pretendiendo llegar a un título como líder o pastor. No sé dónde perdí a Jesús o qué objeto tomó su lugar, solo le pedí a él que regresara al primer lugar en mi corazón y al recordar una canción que dice “aquí estás, sanando mi corazón, aunque no pueda ver, sé que estás obrando” entendí que sólo era necesario pasar tiempo con él, no para conquistar cosas o metas, sino para hacer de Jesús mi lugar seguro, donde encuentro la cura al estancamiento, la cual es JESÚS, la fluidez de mi corazón que llega a manifestarse en las cosas que hago.
Amigo (a), recuerda las primeras obras, no las que podías hacer con tus manos, sino las primeras obras con las que Jesús te enamoró, y vuelve.
Escrituras
Acerca de este Plan
Perdidos en el templo es una aventura para jóvenes líderes, servidores, nacidos de nuevo y personas inmersas en el servicio que, sin importar cuanto pasan en actividades eclesiásticas, han concentrado toda su atención en la obra; dejando por fuera a su dueño, limitando su relación con Dios, ya que su mente y su atención están puestas en las actividades, olvidando disfrutar una comunión con Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Contra Cultura por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/danielcaballero1500/