Biblia Anual (Mes 3)Muestra

Aflicciones de un siervo de Dios

La aflicción es una adversidad, dolor, sufrimiento, padecimiento o tribulación.

Pablo, al cumplir su ministerio de apóstol pasó por muchas aflicciones, en el capítulo 1 de 2 Corintios dice que fue en Asia donde fue abrumado (agobiar con algún peso o trabajo excesivo) en sobremanera más allá de sus fuerzas, al grado de mencionar que perdieron la esperanza de conservar la vida.

Pablo, antes de ser apóstol de Cristo persiguió a muchos cristianos, la escritura dice que él daba su consentimiento para que se les matara, muchos cristianos en ese tiempo murieron por proclamar el nombre de Cristo. Cuando Pablo se convirtió, padeció de igual manera muchas aflicciones, sin embargo su consuelo provenía de Dios, él, estaba convencido de sufrir el agravio, por las muchas almas que llevaría a la salvación, al compartir el evangelio de Cristo y su obra redentora.

Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación…

2 Corintios 1:6

Muchos cristianos hoy en día; Apóstoles, misioneros, evangelistas y pastores, son llamados y enviados a predicar el evangelio de Jesucristo, padeciendo muchas aflicciones y tribulaciones, oremos por ellos para que su vida sea preservada y cumplan con el llamado de salvación.

…Para que no confiásemos en nosotros mismos; sino en Dios que resucita a los muertos; el cual nos libró, y nos libra y en quien esperamos que aún nos librará de tan grande muerte; cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración…

2 Corintios 1:9-11

El perdón

En el segundo capítulo, Pablo hace mención de la importancia de perdonar al ofensor, una de las muchas cosas que predicaba Pablo de las enseñanzas de Jesucristo, era el amor a los enemigos. Pablo advierte a los Corintios de la importancia de perdonar para que Satanás no gane ventaja.

La falta de perdón es una puerta abierta al enemigo, trae consigo amargura, venganza, enojo, ira, estos sentimientos nos atrapan y no nos permiten vivir una vida agradable a Dios, la falta de perdón es un obstáculo a nuestras oraciones y podemos perder nuestra salvación por no perdonar.

Perdonar, es una decisión y un acto de misericordia, perdonar es pasar por alto la ofensa, es soltar y olvidar la falta y el agravio.

2 Corintios 2:8,10-11 por lo cuál os ruego que confirméis el amor para con él.

…si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.