VisionandoMuestra
“Cumpliendo tu destino”
En mi libro Visioneering, uso la figura bíblica de Nehemías para ilustrar la búsqueda efectiva de una visión para la vida. Nehemías consiguió unir a la ciudad de Jerusalén dañada por la guerra y ponerla en funcionamiento. Organizó a la gente para reconstruir el muro de la ciudad. Instituyó una reforma social y espiritual. Hizo que el templo funcionara de nuevo. Y convenció al pueblo de respetar el día de reposo como Dios quiso.
Como he dicho, todos terminan en algún lugar de la vida. Nehemías terminó en algún lugar a propósito.
Entonces, cuando completó su visión, le pidió a Dios que lo recordara con favor. Esto demuestra que tenía un sentido del destino. Nunca perdió de vista la naturaleza divina y la significancia de su obra.
Al igual que Nehemías, tienes un destino que cumplir. Dios ha puesto ante ti oportunidades y responsabilidades que están llenas de significado divino. Te ha dado dones, talentos y relaciones que están esperando ser explotados en nombre de su reino. Tienes una imagen mental multifacética de un futuro preferido. Tienes una visión.
Pero como lo demuestra la historia de Nehemías, se necesita más que imaginación y pasión para hacer realidad lo que podría y debería ser. Una visión requiere más que un solo encuentro con Dios. Porque incluso aquellos encuentros en las que nace una idea en tu corazón no te proporcionarán las herramientas ni el impulso necesario para que se complete.
El visionado requiere paciencia, investigación y planificación. El visionado requiere fe en la capacidad de Dios para trabajar entre bastidores. Confianza en que orquestará lo que ha originado.
Habrá temporadas en las que sientas que estás haciendo poco o ningún progreso. En esos tiempos será fácil distraerse. Aquí es cuando debes unirte a Nehemías para declarar,
“Estoy ocupado en una gran tarea, así que no puedo ir” (Nehemías 6:3 Ntv). Ya sea que tus visiones estén orientadas a la familia, al ministerio o a los negocios, requieren atención constante. Mantente concentrado.
Lo más importante es que recuerdes que hay un potencial divino en todo lo que Dios ha puesto en tu corazón para hacer. El fin de una visión ordenada por Dios es Dios. Su gloria es la agenda definitiva. Permite que tu Padre celestial explote las visiones que está persiguiendo para su gloria.
Al orar y reflexionar, identifica los pasos y desafíos que se te esperan inmediatamente en tu propio curso de visionado. Entonces sigue adelante.
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Escrituras
Acerca de este Plan
Todos terminamos en una etapa en la vida. Unos terminan en esa etapa de a propósito-estas son personas con visión. “Visionar" es perseguir el curso que se necesita para hacer que los sueños se conviertan realidad. Aquí está tu invitación para que tomes del tiempo todos los días por una semana meditando y orando através de la visión de Dios en tu vida.
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