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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch35" data-usfm="JER.35">
 <div class="label">35</div><div class="s">Obediencia de los recabitas</div><div class="p"> 1Palabra de Jehov&#225; que vino a Jerem&#237;as en d&#237;as de Joacim#2 R. 23.36&#8212;24.6; 2 Cr. 36.5-7. hijo de Jos&#237;as, rey de Jud&#225;, diciendo: 2Ve a casa de los recabitas y habla con ellos, e introd&#250;celos en la casa de Jehov&#225;, en uno de los aposentos, y dales a beber vino. 3Tom&#233; entonces a Jaazan&#237;as hijo de Jerem&#237;as, hijo de Habasin&#237;as, a sus hermanos, a todos sus hijos, y a toda la familia de los recabitas; 4y los llev&#233; a la casa de Jehov&#225;, al aposento de los hijos de Han&#225;n hijo de Igdal&#237;as, var&#243;n de Dios, el cual estaba junto al aposento de los pr&#237;ncipes, que estaba sobre el aposento de Maas&#237;as hijo de Salum, guarda de la puerta. 5Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino. 6Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos orden&#243; diciendo: No beber&#233;is jam&#225;s vino vosotros ni vuestros hijos; 7ni edificar&#233;is casa, ni sembrar&#233;is sementera, ni plantar&#233;is vi&#241;a, ni la retendr&#233;is; sino que morar&#233;is en tiendas todos vuestros d&#237;as, para que viv&#225;is muchos d&#237;as sobre la faz de la tierra donde vosotros habit&#225;is. 8Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mand&#243;, de no beber vino en todos nuestros d&#237;as, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas; 9y de no edificar casas para nuestra morada, y de no tener vi&#241;a, ni heredad, ni sementera. 10Moramos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mand&#243; Jonadab nuestro padre. 11Sucedi&#243;, no obstante, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subi&#243; a la tierra, dijimos: Venid, y ocult&#233;monos en Jerusal&#233;n, de la presencia del ej&#233;rcito de los caldeos y de la presencia del ej&#233;rcito de los de Siria; y en Jerusal&#233;n nos quedamos.</div><div class="p"> 12Y vino palabra de Jehov&#225; a Jerem&#237;as, diciendo: 13As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Jud&#225;, y a los moradores de Jerusal&#233;n: &#191;No aprender&#233;is a obedecer mis palabras? dice Jehov&#225;. 14Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mand&#243; a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me hab&#233;is o&#237;do. 15Y envi&#233; a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vay&#225;is tras dioses ajenos para servirles, y vivir&#233;is en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro o&#237;do, ni me o&#237;steis. 16Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido. 17Por tanto, as&#237; ha dicho Jehov&#225; Dios de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel: He aqu&#237; traer&#233; yo sobre Jud&#225; y sobre todos los moradores de Jerusal&#233;n todo el mal que contra ellos he hablado; porque les habl&#233;, y no oyeron; los llam&#233;, y no han respondido.</div><div class="p"> 18Y dijo Jerem&#237;as a la familia de los recabitas: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mand&#243;; 19por tanto, as&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel: No faltar&#225; de Jonadab hijo de Recab un var&#243;n que est&#233; en mi presencia todos los d&#237;as.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkJER">
 <div class="chapter ch25" data-usfm="JER.25.15+JER.25.16+JER.25.17+JER.25.18+JER.25.19+JER.25.20+JER.25.21+JER.25.22+JER.25.23+JER.25.24+JER.25.25+JER.25.26+JER.25.27+JER.25.28+JER.25.29+JER.25.30+JER.25.31+JER.25.32+JER.25.33+JER.25.34+JER.25.35+JER.25.36+JER.25.37+JER.25.38">
 <div class="p">15Porque as&#237; me dijo Jehov&#225; Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de &#233;l a todas las naciones a las cuales yo te env&#237;o. 16Y beber&#225;n, y temblar&#225;n y enloquecer&#225;n, a causa de la espada que yo env&#237;o entre ellas.</div><div class="p"> 17Y tom&#233; la copa de la mano de Jehov&#225;, y di de beber a todas las naciones, a las cuales me envi&#243; Jehov&#225;: 18a Jerusal&#233;n, a las ciudades de Jud&#225; y a sus reyes, y a sus pr&#237;ncipes, para ponerlos en ruinas, en escarnio y en burla y en maldici&#243;n, como hasta hoy; 19a Fara&#243;n rey de Egipto, a sus siervos, a sus pr&#237;ncipes y a todo su pueblo; 20y a toda la mezcla de naciones, a todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de Filistea, a Ascal&#243;n, a Gaza, a Ecr&#243;n y al remanente de Asdod; 21a Edom, a Moab y a los hijos de Am&#243;n; 22a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sid&#243;n, a los reyes de las costas que est&#225;n de ese lado del mar; 23a Ded&#225;n, a Tema y a Buz, y a todos los que se rapan las sienes; 24a todos los reyes de Arabia, a todos los reyes de pueblos mezclados que habitan en el desierto; 25a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media; 26a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que est&#225;n sobre la faz de la tierra; y el rey de Babilonia beber&#225; despu&#233;s de ellos.</div><div class="p"> 27Les dir&#225;s, pues: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos, y vomitad, y caed, y no os levant&#233;is, a causa de la espada que yo env&#237;o entre vosotros. 28Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber, les dir&#225;s t&#250;: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Ten&#233;is que beber. 29Porque he aqu&#237; que a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; &#191;y vosotros ser&#233;is absueltos? No ser&#233;is absueltos; porque espada traigo sobre todos los moradores de la tierra, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div><div class="p"> 30T&#250;, pues, profetizar&#225;s contra ellos todas estas palabras y les dir&#225;s: Jehov&#225; rugir&#225; desde lo alto, y desde su morada santa dar&#225; su voz; rugir&#225; fuertemente contra su morada; canci&#243;n de lagareros cantar&#225; contra todos los moradores de la tierra. 31Llegar&#225; el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehov&#225; tiene juicio contra las naciones; &#233;l es el Juez de toda carne; entregar&#225; los imp&#237;os a espada, dice Jehov&#225;.</div><div class="p"> 32As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: He aqu&#237; que el mal ir&#225; de naci&#243;n en naci&#243;n, y grande tempestad se levantar&#225; de los fines de la tierra. 33Y yacer&#225;n los muertos de Jehov&#225; en aquel d&#237;a desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endechar&#225;n ni se recoger&#225;n ni ser&#225;n enterrados; como esti&#233;rcol quedar&#225;n sobre la faz de la tierra. 34Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del reba&#241;o; porque cumplidos son vuestros d&#237;as para que se&#225;is degollados y esparcidos, y caer&#233;is como vaso precioso. 35Y se acabar&#225; la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del reba&#241;o. 36&#161;Voz de la griter&#237;a de los pastores, y aullido de los mayorales del reba&#241;o! Porque Jehov&#225; asol&#243; sus pastos. 37Y los pastos delicados ser&#225;n destruidos por el ardor de la ira de Jehov&#225;. 38Dej&#243; cual leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y por el furor de su sa&#241;a.</div>
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 <div class="chapter ch1" data-usfm="DAN.1.1+DAN.1.2+DAN.1.3">
 <div class="p">1En el a&#241;o tercero del reinado de Joacim rey de Jud&#225;, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusal&#233;n, y la siti&#243;.#2 R. 24.1; 2 Cr. 36.5-7. 2Y el Se&#241;or entreg&#243; en sus manos a Joacim rey de Jud&#225;, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y coloc&#243; los utensilios en la casa del tesoro de su dios. 3Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los pr&#237;ncipes, </div>
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