Tendencias: Un Devocional Sobre RazaMuestra

Escrito por Beatriz, 17 años de Alpharetta, Georgia, EE. UU.    

¿Puedes recordar una época en la que sentías que no pertenecías a ningún lado? Para mí, fue cuando me mudé a los Estados Unidos desde Brasil en sexto grado. No sabía hablar inglés muy bien y, como ese era el idioma principal que se hablaba en el país, la mayoría de las personas no me hablaban ni trataban de ser mis amigas. Fue un momento muy difícil, pero un día, una chica de mi clase de matemáticas inició una conversación conmigo y eso lo cambió todo. 

A veces, pensamos que sería demasiado incómodo hablar con el chico nuevo, así que ni siquiera lo intentamos. O pensamos que no tenemos nada en común con otra persona que es diferente a nosotros, así que nos quedamos con nuestros amigos y las personas que ya conocemos. Verás, aunque esa es la opción más fácil y cómoda, no es lo que Dios quiere que hagamos. Dios nos ama a cada uno de nosotros y quiere que todos nos llevemos bien. Créeme, sé que es difícil incluir a alguien cuando sentimos que somos completamente opuestos, pero es entonces cuando Dios nos desafía a ser más cariñosos y amables. Dios no muestra favoritismo, así que nosotros tampoco deberíamos hacerlo. 

La próxima vez que interactúes con alguien de un lugar diferente, o con un color de piel diferente, o que hable un idioma diferente, o que se vista diferente, o que le gusten otras cosas que a ti, da un paso de coraje para conocerlo.

Creo que nuestra generación está convirtiendo el mundo en un lugar más amable y acogedor, ¡y cada uno de nosotros puede llegar a ser parte de él!