Aférrate a DiosMuestra
Compromiso inquebrantable
Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí seré sepultada.
Esta es una declaración clásica de amor y lealtad. Sorprendentemente, estas palabras no fueron pronunciadas por un esposo a su esposa o una esposa a su esposo. No fueron dichas por un padre a un niño o un niño a un padre. No fueron pronunciadas por amigos cercanos como David y Jonatán.
No, una nuera en duelo las habló a su afligida suegra, cuando ambas habían perdido a sus maridos. Además, Rut era una moabita y Noemí era una judía que regresaba a su patria judía. Noemí trataba convencer a Rut de regresar a su casa y encontrar un esposo allí.
Noemí no tenía riqueza, privilegio ni posición. Rut estaría en una posición vulnerable si regresaba con la viuda Noemí. Además, era probable que nunca volviera a ver a sus padres, a sus hermanos o a su tierra natal. La lealtad de Rut a Noemí le costaría en sobremanera. Sin embargo, Rut sabía que era lo correcto. Y así, a pesar del costo, con lealtad nacida de la fe, proclamó su compromiso inquebrantable de ir con Noemí.
Pero Rut dijo: «¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte!» (Rut 1:16–18). Y cuando Noemí vio que estaba decidida a ir con ella, no dijo nada más.
Dios honró la fe de Rut. Dios honró la lealtad de Rut. Porque Dios le daría a Rut un esposo maravilloso, Booz, quien fue un hombre amable y generoso. Dios también le daría a Rut un hijo, Obed, y este niño tendría un hijo, Isaí, y un nieto, David. Rut, que ni siquiera era judía, fue elegida por Dios para ser la bisabuela del rey más grande de Israel, el rey David.
Aún más importante, Rut estaría en el linaje real del Mesías, el Hijo de David. Cuando Dios hizo que los antepasados de Jesús quedaran registrados en Mateo 1, se puede encontrar el nombre de Rut justo en el medio de todos los antepasados masculinos.
Sí, Dios honró a Rut, la mujer de fe, la mujer que ejemplificó el amor y la lealtad, sin importar lo que le costara.
Escrituras
Acerca de este Plan
Haz tuyo el sueño de Dios y persíguelo con todo tu corazón. Él honrará tu fe, amor y lealtad, sin importar el costo. Lleva todas tus necesidades a Dios. Si hay algo que necesitas, pídeselo. Cada vez que le pides algo a Dios, glorificas a tu Padre Celestial. Pedirle cosas a Dios no es un signo de egoísmo; es un signo de dependencia.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jeffhwells.com/