Cómo mantener un matrimonio sólidoMuestra

Amar en todo tiempo

No dependemos de una festividad para hacer lo que debería ser parte de nuestra vida. Durante el tiempo de pandemia tuvimos que estar dentro de nuestros hogares y la convivencia fue permanente. Por esta razón, el índice de divorcios se incrementó y hubo parejas que no lo pudieron soportar. Lamentablemente no es lo que se expresa cuando se hacen los votos matrimoniales: «Hasta que la muerte nos separe». El matrimonio es tiempo de compartir, lo que debe ser normal en la vida de toda pareja.

Lo que debió ser un tiempo para fortalecer los lazos matrimoniales se convirtió en todo lo contrario debido a varias causas como el estrés producido por el distanciamiento social, problemas de salud, una economía complicada, pérdida de trabajo, los niños y la escolaridad en línea, etc. Toda esta presión hizo que aparecieran otras situaciones que en el diario vivir no se manifestaban. Por lo tanto eran parejas que no soportan la tempestad, no eran matrimonios sólidos. 

Aparecieron circunstancias como alcoholismo, drogadicción, violencia y abuso intrafamiliar para aumentar la tasa de separación en las familias. Se oye todo tipo de conflictos y en lo que se convierte el hecho de no estar haciendo lo correcto en el tiempo que nos corresponde vivir. El afán de la vida se detuvo para decirnos lo que estamos haciendo mal, el amar no es un simple verbo para conjugar, es un todo. En la primera carta a los corintios Pablo, en el capítulo trece lo expresa de manera excepcional: «El amor nunca deja de ser».

Si colocamos nuestra relación de pareja como hijos de Dios debemos recordar que un verdadero hijo demuestra con sus acciones la naturaleza del Padre. Todos los días son días de fiesta para estar gozosos al saber la posición en Cristo y de su amor para cada uno de sus hijos. Fortalezcamos la relación matrimonial para estar preparados en todo tiempo y ser expresión del Señor sin tener en cuenta lo temporal. Nuestra intimidad con Dios nos acercará más al contentamiento y establecimiento del ser una sola carne. Juntos caminamos con un propósito y siendo ejemplo a otros.

Oremos

Señor mi Dios, que como parejas la verdad se haga realidad en la vida de cada uno para ser transformados. Así poder responder a cada situación con tu amor y sabiduría. Agradezco por la persona que comparte el día a día conmigo y por su incremento en el conocimiento de la Palabra. Cristo crece en mí para vivir por ti. Gracias mi Padre por tu amor.