Dones y crecimientoMuestra

EL REGALO-SEMILLA

Un hombre estaba curioseando en una tienda donde hizo el impactante descubrimiento de que Dios estaba detrás de un mostrador de ventas. Así que el hombre se acercó y preguntó: "¿Qué estás vendiendo?". Dios respondió: “¿Qué anhela tu corazón?”. El hombre dijo: “Quiero felicidad, paz mental y libertad del miedo, para mí y para el mundo entero”. Dios sonrió y dijo: “Aquí no vendo fruta. Solo semillas".

Las semillas son una fuente de vida que sigue multiplicándose. ¡Estoy bastante seguro de que estaban por ahí, escuchando a escondidas también, cuando Dios les dijo a Adán y Eva que fueran fructíferos y se multiplicaran! Las semillas que habían estado latentes durante miles de años en las pirámides de Egipto cobraron vida y dieron grano cuando se plantaron. Si tenemos que sembrar una calabaza para cosechar una calabaza, la tierra pronto se quedaría sin espacio, ¿no crees? Dios no te va a entregar una enorme calabaza ganadora de un premio que incline la balanza a más de 2.000 libras y esperar que la uses de manera efectiva para Sus propósitos. En primer lugar, vas a ser aplastado bajo su colosal peso.

En segundo lugar, nunca puedes esperar levantarla, cambiarla o regalarla. En tercer lugar, su gran tamaño y peso te disuadirían de usarlo. Así que Dios, en Su infinita sabiduría, te entrega una semilla plana, asimétricamente ovalada y de apariencia poco prometedora con la seguridad de que Él seguirá agregando mientras tú sigas sembrando tu semilla de regalo. En un tiempo de hambre, Isaac dio un paso de fe, sembró en la tierra y cosechó el ciento por uno, no inmediatamente sino a su debido tiempo. Todo crecimiento saludable toma un poco de tiempo, pero la paciencia y la perseverancia lo llevarán a buen término. Isaac prosperó a tal punto que pronto se convirtió en la envidia de sus vecinos.

En Romanos, capítulo 12, encontramos una multitud de instrucciones, cada una con el potencial de ser ejercida como un don: servicio social, hospitalidad, empatizar con las personas en sus alegrías y tristezas, asociarse con los humildes, paciencia, diligencia, amabilidad. Míralos como semillas de regalo dentro de ti y desarróllalos para reflejar la gracia de Dios en tu vida. Los pequeños pasos de hoy se traducirán en grandes avances en el futuro. Da un paso de fe y di con confianza: “¡Sí! ¡Soy dotado!”.