A Los Pies De Mi AmadoMuestra

A Dónde Más Podríamos Ir

No hay un lugar en el que podamos sentirnos más confiados que a los pies de Jesús; al entender qué representa estar a los pies del Maestro, comprendemos que nunca estamos ni estaremos adelante de Él; que Él siempre estará delante de nosotros y nosotros detrás de Él, como sus seguidores, sus siervos y sus discípulos.

Él nos muestra el camino, nos modela y nos enseña lo que debemos hacer en todo momento. Cada enseñanza escritural nos revela su carácter y hacia dónde y cómo debemos avanzar en los propósitos de nuestro Padre.

A dónde más podríamos ir sino es a su presencia, en quién más podríamos confiar si solo Él puede guiarnos con Palabra de Verdad y de Poder; a quién más vamos a querer imitar, a quién vamos a seguir, en quién más vamos a poner nuestra mirada. Solo en Jesús, porque Él es la fuente de nuestra esperanza, es por Él que podemos acercarnos a Dios, es por Él que podemos vivir en el poder del Espíritu, es por Él que vivimos y es solo por Él por quien podemos dar gloria a nuestro Dios. Es decir, si Jesús no es nuestro principal propósito, estamos perdidos.

Él es nuestra meta; obrar y vivir conforme Él vivió es lo que nos llevará de gloria en gloria y de victoria en victoria. Él es quien da sentido a nuestro caminar cristiano, es por Él que fuimos perdonados y salvos, y es para Él para quien fuimos escogidos como hijos de Dios. En Él debemos permanecer, en su presencia debemos saciarnos para seguir avanzado hacia el cumplimiento del plan que ha establecido para nosotros sus hermanos como soldados de su Ejército, como reyes y sacerdotes.

En Cristo Jesús está nuestra plenitud, Él lo sacia todo; nuestra vida consiste en que cada día Él sea revelado a nuestros ojos y al mismo tiempo a través de nosotros a quienes están a nuestro alrededor. Nuestra vida es Cristo, morir y vivir para Él; porque Él es quien nos da vida, Él es nuestra Salvación.