COMO TÚ ME VESMuestra

Pastorea mis ovejas

Tenemos la imagen de Pedro llorando amargamente por haber negado al Señor, ¿te imaginas ese momento para él?, pues después de eso, Jesús fue a la cruz y murió. Además, el Señor tiempo atrás había dicho que el que lo negara, Él lo negaría también ante el Padre, ¿Qué podría estar pensando Pedro? 

Luego el Señor resucita y claro que Pedro estaba feliz, sentía alegría y emoción, aunque seguramente estaba avergonzado por haberlo negado, pero una vez se vuelven a encontrar y Jesús le dice: ¿Me amas? Pastorea mis ovejas. No importaba la realidad de Pedro, Jesús le entregó lo más valioso, sus ovejas.

¿Sabes qué estaba viendo Jesús? No la realidad de un hombre endeble que lo negó y no pudo cumplir sus propias palabras, sino que veía a un hombre que iba a pelear por Él hasta el final, que nunca más lo iba a traicionar, un hombre que abriría la puerta para que los gentiles recibieran el Evangelio, un hombre que al final murió por Él.