Cultivando La Mente De CristoMuestra

3 MENTALIDADES QUE IMPIDEN DAR 

Mentalidad Materialista. Es una mentalidad que asigna a las riquezas el lugar de Dios. Si tu economía o posesiones no están rendidas a Dios, estarán gobernadas por esta mentalidad, esta manera de pensar cree que las riquezas son la respuesta a todo, que será tu felicidad, que será tu seguridad, que será tu paz, tu gozo. Nota como le da a las riquezas el lugar de Dios, pero lo único que hace es infundirte codicia, avaricia y temor. Esta mentalidad te dice que el dinero es la solución a todos tus problemas. 1 Tim.6:10

Mentalidad de pobreza. Es aquella mente que continuamente piensa que nunca tiene lo necesario, si tienes lo suficiente siembra la noción de que no tendrás para mañana y debes retener lo “poco” que tienes. Te lleva a vivir siempre en preocupación constante, anula tu confianza en Dios como tu proveedor.

Si tienes abundancia, hace que te avergüences de las bendiciones recibidas de Dios. Y sientas culpa por ser bendecido por Dios. Te justificas por tenerlo y te resientes con Dios por no merecer tener más. No tiene contentamiento aún en la abundancia.

Mentalidad de orgullo. Este dice, "tu ganaste esto o tu mereces esto, o tu mereces más" te enorgulleces o enojas. Te resientes con Dios porque dices: “merezco más o ya era hora”. Hace que veamos a Dios como un Padre que tiene que cumplir todo cuanto queramos o deseemos.

Estas mentalidades desvían la mirada de Dios y la enfocan en las cosas materiales, nos concentramos en las bendiciones y no en el que las produjo. En la mente de Cristo había un perfecto equilibrio, nunca hubo amor por las cosas materiales, pero tampoco tenia una mentalidad de pobreza; ni mucho menos de orgullo, no vivía, vestía ni comía como mendigo, estaba en las más prestigiosas fiestas, comía a la mesa de ricos, fariseos, de políticos pero también convivía con los pobres y visitaba a enfermos. Sabía que no tenía porque estar angustiado por la provisión porque tenía un Padre que se encargaba de sus necesidades cuando fuera el momento, disfrutaba de la abundancia que su Padre le daba, compartiendo siempre todo lo que tuviera en sus manos.  

¿Hemos caído en alguna de estas maneras de pensar? ¿crees tú que debamos hacer un ajuste en nuestra mentalidad?