Punto Y Coma... Tu Historia No Ha Terminado TodavíaMuestra

Dios te ama y tu vida es importante para él

Hay días oscuros. Momentos en los que nada parece tener solución, y si la hay, no te interesa o no puedes encontrarla, pues el cansancio y el dolor te paralizan.

Son días en los que no sabes qué sucederá, días en los que todo lo que tienes planeado, todo lo que soñaste y pensaste que sucedería se derrumba. ¿Qué se hace cuando todo se viene abajo? ¿Cómo se supone que deberíamos actuar? ¿Qué se debe contestar a quienes te preguntan si estás bien? ¿Se debe aparentar que todo está bien?

Algunos dicen que lo mejor del día es cuando llega la noche, pues es el momento en que se pretende apagar la mente que tanto atormenta, que tanto cuestiona, que tanto auto juzga... solo que no pueden dormir. Algunos otros, en momentos de tanto dolor, han llegado a pensar que, efectivamente, la mejor hora del día es la de ir a dormir, porque desearían no despertar.

En los momentos más oscuros de mi vida, he aprendido que creer que el ser más grandioso y poderoso que existe me ama sin límites me hace confiar en que todo mejorará.

Lo que me ha mantenido a flote en esos momentos ha sido, cuando ni siquiera tengo las palabras suficientes para descifrar mi situación, haber orado, sí, en ocasiones sin fuerzas para leer su Palabra, muchas otras sin ganas de adorar, pero siempre sabiendo que Dios estaba allí acompañándome con su infinito amor.

No sé qué situación estás viviendo, pero debes guardar esto en tu corazón: todo mejorará, porque Jesús te ama. A él no solo le interesan los problemas gigantes, como mantener el Universo a flote o evitar la tercera guerra mundial, a Jesús le importa cada detalle de tu vida, a Jesús le importas tú. Porque aun en este momento, él está contigo.

Hay una historia en el Segundo libro de Reyes que refleja perfectamente esto. Ahí se narra que un grupo de profetas cortaban árboles con hachas, con el fin de utilizarlos en la construcción de nuevos hogares. Mientras esto sucedía, uno de los profetas perdió la cabeza del hacha en el agua, lo que le causó gran preocupación, porque se la habían prestado. Eliseo respondió tomando un palo y lanzándolo al lugar donde había caído. Entonces Dios provocó que la cabeza del hacha saliera a flote inmediatamente y así la recuperaron. 

A Dios le importa cada situación que viven sus hijos.