Gracia ExtendidaMuestra

Orando en la angustia

Ayer vimos a un Jonás desobediente, aquel que no discutió con Dios, mas bien se fue a un lugar diferente en vía contraria a lo que Dios le había mandado.

Hoy vemos a este hombre clamando, en ese lugar que podríamos decir era su tumba (ver Jonás 2:6).

¡En medio de su angustia clamó a Jehová y reconoció que la salvación es de Jehová, que no le correspondía decir quién debía ser salvo o no! Jonás pasó 3 días en el vientre de ese pez, cosa que hubiera podido evitar si hubiese obedecido desde la primera vez.

Dios es tan misericordioso que a pesar de que a veces renunciamos a su voluntad, él nos entrega una segunda oportunidad; procuremos obedecer a Dios y mientras dependa de nosotros evitar esos momentos de angustia, esos momentos que quizás no nos tocaban pero que por nuestra desobediencia, como consecuencia de nuestros actos, nos tocan vivir.

Oro para que Dios te dé las fuerzas y determinación para obedecer su voluntad y que si en algún momento huyes de la voluntad de Dios puedas implorar por una segunda oportunidad y entonces poder hacer las cosas bien. Recuerda que Dios, siempre que nosotros nos arrepintamos, está dispuesto a perdonarnos.

Dios extendió su gracia sobre Jonás en medio de su gran angustia dentro de un pez. ¡Cuánta incomodidad debió sentir Jonás en aquel lugar! Y desde allí clamó y Dios extendió su gracia sobre él. Mañana veremos la gracia y misericordia de Dios extendida sobre la gran ciudad de Nínive.

¿Conoces algún hermano que esté pasando por dificultad? Preséntalo en oración para que Dios lo fortalezca y comparte con esa persona una palabra de aliento que Dios ponga en tu corazón.