Todos somos vasos diferentes 

“Todos somos diferentes, no juzgues, en vez de eso, comprende” -Roy T. Bennett 

Todos somos diferentes, tienes que saber que no todos somos iguales, cada uno tiene problemas distintos, pecados, talentos, habilidades y maneras de pensar diferentes.

Todos somos valiosos e importantes para Dios, con muchas diferencias, pero dentro del cuerpo de Cristo, todos somos un complemento perfecto.

Muchas veces perdemos nuestro valor, porque nos pasamos comparando, y debemos saber que todos somos diferentes con funciones distintas.

Es momento de amarnos tal y como Dios nos creó. Así con nuestros defectos y virtudes, eres una hermosa creación de Dios. ¿Lo crees? ¿Realmente lo crees? 

Estoy seguro que es una verdad que ya conocías, pero a veces sentirnos inferiores nos hace dudar de quienes somos, nos hace caer en egoísmo o envidia, de ver lo que los demás hacen y tienen y no enfocarnos en lo que Dios nos ha dado, así como dones, talentos y capacidades distintas a cada uno de nosotros. 

Imagínate un equipo de fútbol donde todos sean iguales y cumplan una misma función en todo lo que hacen… ¡SERÍA UN CAOS! Todos nosotros somos un equipo con tareas diferentes, pero con un mismo objetivo y es ganar el juego. 

Todos somos distintos y está bien ser así, eso es ver la creatividad de nuestro Dios, que nos hizo diferentes y no iguales. Es ver su grandeza en medio de la creación, nos da identidad y personalidad única a cada uno de nosotros.