IdentidadMuestra

Yo soy

Jesús nunca dijo “yo tengo” sino que Él dijo “YO SOY” porque no valemos, ni nos define lo que tenemos o hacemos, sino por lo que somos y, ciertamente en la sociedad de hoy los valores están cambiados con relación al Reino de Dios. No es la posición económica o el título que tengas o la familia a la cual pertenezcas lo que te da identidad. Ni tu talento, vicio, pecado, equipo, religión, etc. Nada de lo anterior te define.

Juan en su evangelio hace estas declaraciones de como Jesús se definía a el mismo, revelándonos así su identidad de Hijo de Dios.

Si crees en Jesús y lo aceptas o lo has aceptado como tu Señor y Salvador, ésto te hace nacer de nuevo para ser un Hijo de Dios (Romanos 10.9). Yo soy hijo de Dios, ésta es nuestra primera declaración de identidad porque ahora sí, ya sé quién es mi Padre. (El padre es el que trasmite identidad a los hijos y la familia).

Cuánto amor nos tuvo el Padre al habernos llamado hijos de Dios, no hay título más grande que el ser llamado su hijo.

Honrar a los padres, mejora nuestra identidad como hombres, aunque en muchos casos tengas que perdonarlos, ésto también te ayudará a ser un hombre mejor. Tengas la edad que tengas, siempre habrá alguien que te engendró, porque no naciste de un repollo.

ORACIÓN: Gracias Dios por aceptarme como tu hijo. Yo soy hijo de Dios, y ésto me hace tener una relación de padre a hijo contigo, perdono a mis padres, enséñame a trabajar con mi identidad e interiorizar que soy tu hijo. Amén.