Día 4

Oración por las pérdidas en la familia

Me fui con las manos llenas, pero el Señor me ha hecho volver sin nada. 

Rut 1:21

Señor, consuela mi corazón. Siento una tristeza y una angustia que no se va. Despierto con un terrible sentimiento de pérdida y me acuesto con él, es como un parásito que come, poco a poco, toda mi fe. Por eso recurro a ti, desesperado por un milagro. Yo creo que Tú eres el único me puede ayudar a atravesar este desierto lleno de dolor.

La pérdida de un familiar, de una relación, de un trabajo, de un ministerio, todas las pérdidas son dolorosas y difíciles de atravesar. Cuando las atravesamos nos quedamos con más preguntas que respuestas. Sin embargo, cuando nos sentimos con las manos vacías y derrotados, Tú comienzas a hacer una restauración a nuestro corazón.

En mi proceso de duelo, vengo a ti. Sin esconder lo que siento, sin esconder cuánto duele, porque sé que en tus manos está mi futuro y que tus planes para mí son de bien y no de mal, que Tú guardarás en completa paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera. En Ti he confiado, porque Tú traes salud y sanidad, me revelas abundancia de paz y verdad. Gracias por invitarme a descansar en Ti en medio de mi proceso más oscuro. 

Bendice mi casa, sostén nuestros corazones y permite que en medio de las pérdidas podamos elevar nuestra mirada al cielo, de donde proviene nuestra esperanza. Todos los miembros de la familia asimilamos y enfrentamos las pérdidas de maneras diferentes, permite que podamos sanar juntos, a nuestro ritmo; comprendiendo y abrazando los procesos de cada cual. Te pido que nos ayudes a ser vulnerables, que podamos tener conversaciones transparentes con el fin de cuidarnos y amarnos los unos a los otros en medio del dolor. Tú eres nuestros Dios, quien nos restaura y levanta nuestra cabeza. Haz un milagro de renovación una vez más, trae consuelo y paz. En el nombre de Jesús, amén.