Perpetuando Nuestro Legado.Muestra

DE VUELTA A CASA

Jacob se encuentra huyendo (Genesis. 28) como consecuencia de la usurpación hacia su hermano Esaú, quien debía de haber recibido la bendición de su padre como su primogénito. En este escape él tiene que separase de su mamá y papá y la vida como el la conocía. Quizás en algo se parece a la situación de aislamiento social en el que nos encontramos, pues tenemos que adaptarnos a una nueva normalidad y esto, seguramente a más de uno, puede llegar a causar desesperación, miedo, incertidumbre, impotencia, entre otras muy comunes emociones. 

¿Qué encontró Jacob durante su exilio de su hogar? Me gustaría llevarte a estudiar los preparativos de Dios para su encuentro con Jacob y su promesa de regresar a casa. 

1. Camino al santuario 

La escritura dice que Jacob se dirigía rumbo a Harán cuyo significado es Santuario. Todos nosotros nos dirigimos como extranjero y peregrino (1 Pedro 2:11) al Santuario de Dios, a la morada celestial, a la casa de nuestro Padre Eterno. Veamos si tienes lo necesario para tu viaje:  

• No puedes entrar con cosas desagradables para Dios. (Apocalipsis 21:27)  
• No puedes llevar tus riquezas corruptibles. (Mateo 19:21-24) 
• Es necesario una fe como niño. (Mateo 18:3) 
• Debes haber nacido de agua (arrepentimiento) de Espíritu (sellado por el Espíritu Santo). (Juan. 3:5)  
• Pero, sobre todo, deberás ser perseverante. (Hechos 14:22) 

2. Un cierto Lugar 

Jacob se dirigía hacia Harán (El Santuario) pero en el camino Dios le permitió conocer Betel que significa Casa de Dios. Estamos en camino a conocer la morada celestial, pero Dios en el camino pondrá frente a nosotros un Betel (una congregación) que nos hará descansar mientras llegamos nuestro destino eterno, pero que antes de ello nos bendecirá y nos mostrará su gloria subiendo y bajando a través de sus ángeles y ministros. 

¿Cómo deberás comportarte frente a este Betel?  

• Deberás anhelar estar allí. (Salmos 84)  
• Deberás buscar no apartarte de ella. (Salmos 27:4 y Hebreos 10:25)  
• Cuidar de mi Bethel. (Hageo 1:4)  
• Debemos servir a Dios en Betel (mi congregación). (Salmos 84:4) 

No bajes las manos, levántalas hoy más alto en símbolo de confianza y dependencia a Dios. Él tiene cuidado de todos nosotros y estará allí cada vez que clamemos a Dios, esfuérzate y motiva a otros a encontrar el rostro de Dios para que habiendo acabado todo