[Apocalipsis] ¡GLORIOSO!Muestra

El panorama general

Cuando queremos que nuestro GPS nos guíe a una ubicación, primero nos muestra una imagen de todo el viaje. De manera similar, echaremos un vistazo a una descripción general de hacia dónde nos dirigimos.

Cuando Jesús murió por nuestros pecados en la cruz y resucitó, inició lo que se llama la ‘Era de la Gracia’ o la ‘Era de la Iglesia’ que es donde nos encontramos ahora. Es durante este tiempo que se ha abierto la ventana para que personas de todas las naciones puedan, esperemos, venir a Cristo.

El fin de esta era vendrá cuando Jesús llame a los creyentes a encontrarse con él en el aire para estar con él en el cielo; este evento ha sido llamado ‘el Rapto’. Jesús dijo que, si dos personas estuvieran juntas, una será llevada y la otra será dejada. Si aún no eres creyente en Cristo, esta es tu oportunidad de entregarle tu vida, para que en ese momento también puedas irte con todos nosotros para estar con él.

Después de que la iglesia salga del escenario, seguirá un período de siete años conocido como ‘la Tribulación’, cuando habrá la persecución más grande jamás vista, mucho dolor y devastación. Jesús dijo que, si esos días no fueran acortados, nadie sobreviviría. Pero esto todavía no es el fin.

Después de siete años de dolor y devastación, Jesús regresará a la Tierra montado en un caballo blanco. No vendrá a tomar partido en la gran batalla; él simplemente tomará el control. La Biblia dice que volverá sobre las nubes del cielo con poder y gloria. Será anunciado por sus ángeles con un fuerte sonido de trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, de un extremo al otro del cielo.

Con el regreso de Cristo, comenzará el Milenio, que es el reinado de Cristo de mil años sobre la tierra. Al final del Milenio, después de ganar la batalla final contra el diablo y sus seguidores, los libros se abrirán para el Juicio Final en el cual todos los enemigos de Dios, incluido el diablo, el infierno y la muerte, serán enviados a un lago de fuego por la eternidad.

Entonces, Dios traerá cielos nuevos y una tierra nueva, donde viviremos con él para siempre.