Él Siempre va Delante De NosotrosEjemplo

"Dios No Nos Deja en Vergüenza"

Enfrentarás batallas que a simple vista podrán verse perdidas, de hecho, en algunos momentos quienes actúan a tu alrededor con maldad parecieran salirse con la suya. A veces te lastimarán y lograrán tocarte con las malas intensiones que manifiestan a través de las palabras, de las actitudes y de las acciones que ejercen en tu contra. Sin embargo, no hay porqué temer. Dios no nos deja en vergüenza, somos sus hijos y aquello que te cause dolor y te lastime, será precisamente lo que Dios use para demostrar su gloria.

Tal vez intentarán y quizá en algún momento lograrán ridiculizarte tus enemigos, sin embargo, esos momentos de victoria para ellos no son más que la siembra profética de la derrota que prontamente tendrán que enfrentar. Dios, nuestro Padre, los dejará vergüenza, Él se encargará de hacerles saber cuán grande y poderoso es; de Él no huirán jamás, no podrán esconderse de su justicia, de Él jamás podrán burlarse como quizá sí lo han hecho con nosotros.

Tenemos que ser muy astutos, como la serpiente; sagaces e inteligentes, debemos ser conscientes de que la lucha que ejercemos no es contra las personas sino contra aquellos enemigos invisibles que no vemos pero que sí podemos discernir en el espíritu. Nuestra espada (la Palabra) siempre tiene que estar desenvainada, la Verdad siempre tiene que ser nuestro estandarte, donde nos aferramos y nos cimentamos para no caer presos de las trampas y los dardos de fuego del enemigo.

Mantente alerta, batallando en la presencia del Señor, con oración y ruego; con sabiduría y poder, tus enemigos espirituales caerán, ellos no te podrán vencer. No les temas, tampoco los subestimes o pretendas enfrentarlos en tus fuerzas; déjate guiar por el Señor, entrégalos en Sus manos y simplemente deja que sea Él quien los derrote con su poder. Sean enemigos espirituales o no, estarán peleando contra Dios al pretender batallar contra ti, así que siempre tendrán las de perder.

En cuanto a aquellas personas que procuran tu mal, deja tu causa en sus manos, asegúrate de estar libre de toda amargura que se pueda albergar en tu corazón por el daño y las ofensas que te hayan hecho. Perdona, es la mejor arma con la que puedes vencer el mal que el enemigo pretende sembrar en tu corazón y en tu caminar cristiano a través de sus ofensas. Ora más bien por esas personas y deja que Dios se encargue; es más, ruega por misericordia porque no conocen al Señor y sólo son instrumentos de maldad por causa de su rebelión contra Él.