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“COMO AMIGOS”

 

Cuando hablamos de amistad, nos referimos a una relación de tipo afectiva donde se pueden establecer lazos que unen a dos o más personas y se ven involucrados valores y lealtades; así como gustos y preferencias, que hacen de esta relación una oportunidad de ver la vida desde otra perspectiva.

 

En las escrituras podemos encontrar la siguiente afirmación, en el libro de Proverbios que dice lo siguiente: - un amigo puede ser mejor que un hermano; y en muchas ocasiones un amigo permanece a tu lado más tiempo y en más situaciones que un hermano o un familiar.

 

Es bien cierto que la influencia que tienen los amigos en nuestra vida, va a ser determinante en diferentes formas para la manera de vivir que se elige incluyendo la manera de pensar.

 

Hablando de una amistad entre un hombre y una mujer, se puede decir que se llega a valorar su compañía, las pláticas, las actividades en común y sobre todo el apoyo que se brindan mutuamente.

 

En este tipo de relación amistosa, deben existir límites que de ninguna manera se pueden cruzar, ya que se estarían involucrando sentimientos, afectos y sensaciones, que lejos de afirmar la amistad la pueden destruir.

 

Por ejemplo los llamados “amigos con derechos”, que es una manera errónea de llevar una amistad sana y desinteresada, puesto que se van involucrando en la relación actitudes que corresponden solo a una pareja formal. Incluso si ya se ha llegado a este punto, teniendo prácticas en el sentido sensual y sexual, la amistad se va encaminando al fracaso.

 

Una amistad para que pueda crecer tiene que cultivarse y atenderse, como todo lo que se aprecia y valora. Los amigos son sin duda alguna, indispensables para nuestra vida. Una amistad bien entendida y respetando siempre los límites y los espacios personales entre hombre y mujer, va a enriquecer nuestra manera de pensar y de percibir el mundo.

 

Algo que puede caracterizar una buena amistad es la constancia y el interés mutuo, es decir, que los mejores amigos toman tiempo para estar unidos a pesar de la distancia. La sinceridad en una amistad es fundamental para formar esas bases sólidas en la confianza de que él o ella hablará con la verdad a su amigo para que pueda llegar a ser una mejor persona.

 

El propósito de tener buenos amigos es que siempre tendrás alguien en quien te puedas apoyar no sólo en los momentos alegres y felices, donde cualquier persona aunque no sea una amigo puede estar junto a ti. Pero cuando hablamos de momentos difíciles por los cuales estamos atravesando, solo un verdadero amigo que entiende lo que sientes en ese momento se mostrará empático y fiel a tu sentir, no tratando de obligarme a salir de ese estado forzandolo todo.

 

Tu mejor amigo tendrá la capacidad de decirte las palabras necesarias para que tu alma sienta ese bálsamo como de parte de Dios.

Los amigos que tienen en común el saberse hijos de Dios, tienen una ventaja sobre todas las demás amistades. Tienen el poder de la oración a su favor, tanto para apoyarse mutuamente como para orar de forma secreta y en amor por las necesidades que el amigo o la amiga enfrentan.

 

Existen amistades que nacen en el corazón de Dios y son de bendición a nuestra vida por ser ese instrumento que El Señor utiliza para la edificación de nuestra alma.

 

El vínculo que existe entre amigos puede que no sea tan intenso y fuerte como lo es en el caso de una relación sentimental o un romance; ni con lazos tan estrechos y duraderos como los familiares, y es precisamente por eso que esa relación intencional que se da de forma voluntaria, hace de la amistad una relación con mucho valor para nuestra vida.

Entre más se conocen los amigos más confianza y libertad hay entre ellos.

 

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Te gustaría tener un amigo que te entienda y te acompañe en tus momentos más difíciles?

2. ¿Tienes amigos que te hacen crecer como persona?

3. ¿Crees en la amistad entre un hombre y una mujer?

 

ORACIÓN:

Padre Celestial , ayúdame a ser un amigo y que todas las actitudes que yo pueda tener sean de bendición a aquellos que me consideran su amigo. Que mi interés en cultivar la amistad no se vea empañado por el interés de ganar algo de esta relación. Que la relación de amistad sea siempre en santidad.