En Jesús Yo SoyMuestra
Semana 1 - Día 4
En Jesús Soy Redimida
Lectura: Salmo 107:1–3, Isaías 43:1–3, Romanos 8:1–4
DEVOCIONAL: Isaías 43:1
“Más ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel:
«No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú.”
Saber el nombre de alguien es importante. Significa que nos hemos tomado el tiempo de conocerlos, los hemos recordado y su nombre los distingue de las demás personas que conocemos. Usar el nombre de alguien cuando hablamos con ellos demuestra honor y respeto. Los apodos que damos a nuestros seres queridos o amigos cercanos añaden un nivel de familiaridad y cuidado.
Desde el principio, has sido parte del plan de Dios. Él te conoce, se ocupa de ti y pone en marcha una serie de eventos que te acercarán a Su hermoso plan de redimir a la humanidad. En las Escrituras de hoy, se nos recuerda que Dios nos creó, nos formó, nos protege, conoce nuestros nombres y nos llama Suyas.
Nuestra identidad como cristianas no está fundamentada en lo que hemos alcanzado, sino en lo que se nos dio libremente. En Jesús, somos redimidas por el extraordinario intercambio de Su vida como pago por nuestros pecados.
No hemos sido liberadas (o redimidas) por un Dios distante que nos puso a todas juntas y de una vez nos concedió la libertad, sino por un Dios que nos conoce a cada una por nuestro nombre. Él te conoce, tiene un plan para ti, te ha dado dones y habilidades y un lugar y tiempo específicos para usarlos en Su reino. Eres profundamente amada por Dios, no como un número, una estadística o en términos generales. Él conoce tu nombre y tú eres Suya.
Oración
Dios, es abrumador pensar que conoces mi nombre y te preocupas tan personalmente por mí. Qué honor que hayas pensado en mí y me hayas amado tanto como para que me llames Tuya. Es a través de Tu Hijo que puedo reclamar mi identidad como hija redimida del Rey. Amén.
Acerca de este Plan
En Cristo, tenemos solo una identidad que importa. Sin importar cómo nos auto definamos, nuestra identidad en Cristo sigue siendo la misma. Él nos rescató del pecado, nos libró de la oscuridad y nos redimió de la vergüenza. Por medio de Él somos llamadas hijas de Dios, introducidas a la familia de Dios, recibiendo la ciudadanía en Su Reino. En Cristo somos salvas, selladas, perdonadas, escogidas, bendecidas y capacitadas.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://lovegodgreatly.com/spanish/