Los Lugares Delgados: Construyendo CimientosMuestra

La Casa de Dios y la comunidad de creyentes deben ser espacios donde seamos auténticos y honestos acerca de nuestros propios sentimientos, pensamientos y cambios de la vida, apoyándonos unos a otros, animándonos unos a otros en el amor y construyendo vidas que reflejen a Jesús. Nehemías tenía un rostro triste por su ciudad, pero acudió a Dios en oración. Cuando eres parte de una familia, eres más crudo y más vulnerable de lo que podrías ser cuando no conoces a las personas íntimamente. Cuando nos reunimos con Dios honestamente, él nos permite ser honestos con nuestros seres queridos, nuestros cónyuges, nuestros amigos y otras personas dentro de nuestras esferas de influencia de una manera que genera salud y amor real. Como creyentes, debemos esforzarnos por construir atmósferas de familia real, cuidado real y amor real que lleve a las personas a Cristo. 

PREGUNTAS 

¿Tenemos miedo de ser honestos dentro de la comunidad? ¿Qué tiene de intimidante ser real? 

¿Has querido tratar a algunas personas de una manera específica, pero el Espíritu Santo te ha inspirado a responder de manera diferente a lo que tu carne hubiera querido?