Cómo usar tu tiempo para DiosMuestra

Aprovechar tu tiempo

El tiempo es el gran nivelador. Es el único recurso asignado en términos absolutamente igualitarios. Cada persona viva tiene el mismo número de horas para usar cada día. La gente ocupada no recibe un bono especial añadido a las horas del día. El reloj no tiene favoritos.

Todos tenemos la misma medida de tiempo en cada día. En lo que nos diferenciamos es en cómo aprovechamos el tiempo asignado. Cuando algo es redimido o aprovechado, es rescatado o comprado de alguna condición negativa. La condición negativa básica a la que nos referimos es la condición de desperdicio. Desperdiciar el tiempo es gastarlo en lo que tiene poco o ningún valor.

El difunto Vince Lombardi introdujo el adagio: «Nunca perdí un partido; simplemente se me acababa el tiempo». Esta explicación me lleva a uno de los elementos más dramáticos del deporte: la carrera contra el reloj. El equipo que es más productivo en el tiempo asignado es el que gana el partido. Por supuesto, en los deportes, a diferencia de la vida real, hay disposiciones para pedir tiempo muerto. El reloj de una competencia deportiva puede detenerse temporalmente. Pero en la vida real, no hay tiempos muertos.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

Pídele a Dios que te revele las formas en que puedes aprovechar el tiempo que estás desperdiciando en cosas de poco o ningún valor.