Puntos de referenciaMuestra

Dinero

Dios es claro en los puntos de referencia que revelan dónde estamos con él e indican nuestro progreso hacia la madurez espiritual. Cómo pensamos sobre el dinero es uno de estos puntos. De hecho, Jesús habló más acerca de nuestra actitud hacia el dinero que casi cualquier otro tema. 

Sé que venimos de diversos orígenes y nos han enseñado cosas diferentes sobre el dinero, pero es esencial que, si vamos a seguir a Jesús, permitamos que Dios reforme nuestra actitud hacia el dinero. Sin esa transformación, no podemos progresar en nuestro caminar con Cristo y crecer hacia la madurez en él.

El rey Salomón dijo: «El que ama el dinero nunca tiene suficiente» (Eclesiastés 5:10). Cuando hay una relación incorrecta con el dinero, nunca puedes tener suficiente. Se le preguntó a Juan D. Rockefeller Sr., «¿Cuánto dinero es suficiente?». Él respondió: «Solo un poquito más». 

Todos hemos pensado que tener más dinero resolvería todos nuestros problemas y nos haría felices, pero en realidad, sólo Dios puede satisfacernos, darnos verdadero gozo. Dios quiere que encontremos nuestra plenitud en él y lo miremos como nuestra fuente de sustento.

El dinero y las cosas que puede comprar, nunca fueron diseñados para hacernos felices o traernos satisfacción. Nuestro diseñador nos creó para que el dinero nunca pudiera llenar el vacío en nuestras vidas. Sólo Dios puede hacer eso. 

El dinero es moralmente neutral. Es nuestra actitud hacia el dinero lo que es un problema. Pablo escribe a Timoteo y le advierte que el amor al dinero es la raíz de toda clase de maldad (1 Timoteo 6:10). 

La búsqueda de la riqueza es la prioridad número uno para muchos en nuestra cultura. Jesús dijo que es difícil para los ricos entrar en el Reino de los Cielos. Podemos ser engañados por nuestra riqueza y pensar que no necesitamos a Dios ni a los demás.

No debemos malinterpretar. Jesús no nos está diciendo que seamos pobres, pero él nos está advirtiendo acerca del amor al dinero. La ambición de ser ricos no está a la altura del plan de Dios para nuestras vidas. Jesús nos invita a buscar a Dios primero y luego él agregará todo lo demás que necesitamos. David reflexionó sobre su vida y se inspiró para escribir: «Debido a que el Señor ha sido mi Pastor, he tenido todo lo que he necesitado, mi copa está rebosando» (Salmos 23:1).  

El camino a la madurez espiritual es confiar en Jesús con todo nuestro corazón y no en las cosas que poseemos. Es buscar una relación con él primero.

Oración: Dios, hoy te pido que me perdones por hacer de la búsqueda de las cosas mi prioridad sobre mi relación contigo. Reconozco que tú eres la fuente de toda buena dádiva en mi vida. Ayúdame a honrarte con todo lo que soy y todo lo que tengo. 

Punto de referencia 3: DINERO — Todo lo que soy y todo lo que tengo es un regalo de Dios para ser usado para su gloria. Vivir agradecido, ser generoso y proveer para las necesidades de mi familia y de otros necesitados son una marca de madurez espiritual.