El Reino Al RevésMuestra

No es difícil querer a nuestra gente. Planeamos aventuras divertidas con nuestros amigos, compramos comida para nuestros hermanos más pequeños y sin recursos, y conversamos con esa señora que trabaja en la cafetería y que nos dice "cariño" y nos da más patatas fritas. ¿Pero qué pasa con aquellos que no son precisamente buenos con nosotros? ¿Las personas que no nos agradan o que no queremos tener cerca, o las personas que simplemente son malas? Amar justo a aquellos que no te quieren es difícil.   El mandato de Jesús a sus oyentes puede parecer sencillo; pero comienza diciendo: “¡amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian” (Lucas 6:27). ¿Cómo podríamos hacerlo? Un buen comienzo podría ser orar por ellos. Eso nos ayuda a darnos cuenta de que no podemos amar a nuestros enemigos con nuestras propias fuerzas.

Hoy, ora y pídele a Dios que te enseñe a poner en práctica este versículo, especialmente cuando se trata de tus "enemigos". Conversa con tu grupo pequeño o con tus amigos de confianza sobre cómo pueden ayudarse mutuamente a ser amables con quienes no siempre son así con ustedes.