Milagros en Medio De Batallas EspiritualesMuestra

Primera Parte

Estando en mi lugar de trabajo, donde estoy al servicio de la comunidad a través del ejercicio profesional de la salud mental; recibo a un hombre en condición de habitante de calle, con problemas de consumo de sustancias psicoactivas. Me dijo: "Dios me dijo que viniera". ¿Cómo? ¡cómo no recibirlo! Luego manifestó el deseo de que se le ayudara a salir de su adicción porque ya no quería más esa vida. Obviamente cuando un hijo de Dios tiene estas oportunidades, no duda en ningún momento en ofrecerle el apoyo que necesita aquella persona que va en busca de ayuda; siempre tengo claro que es Dios quien trae las personas a nosotros y cómo desaprovechar tan valiosa oportunidad para demostrar su amor, su misericorida y su poder en ellos.

Recuerdo que ese día me alegré muchísimo, disfruto mucho la bendición del trabajo que PAPÁ me ha regalado; pero con mayor razón la valoro, porque sé que estoy allí por Él y para sus propósitos en Cristo Jesús. Es impresionante la cantidad de milagros que obra diariamente en ese lugar, su poder sigue vigente y sigue mostrando su Gloria a quienes Él desea hacerlo.

Al día siguiente regresó este varón, con una actitud bastante agresiva y expresó que ya no quería nada de mí; que no quería que lo ayúdaramos. Al notar su comportamiento y entendiendo la dinámica funcional de este tipo de pacientes, no sin antes intentar convercerlo; le dije que no había problema, que no lo podíamos obligar a hacer algo que no quisiera y simplemente me despedí. Cuando ingresé a la oficina, él regresó; y me dijo: "Satanás estaba conmigo en ese momento y él me dijo que no le hiciera caso a usted, por eso fui tan agresivo; pero otra voz, que era buena, me dijo: vé y hazle caso a ella. Por eso regresé, para pedirle perdón y para decirle que sí quiero que me ayude." Woooo!!!! aún recuerdo ese momento, fue tan espiritual, tan sobrenatural. Pude confirmar cómo realmente se cumple la Palabra de Dios y cómo los demonios encarnados y no encarnados reconocen la Luz, a Cristo en nosotros los hijos de Dios.

Este como todos los días de los hijos de Dios, fue sobrenatural. Sigue leyendo este plan y podrás darte cuenta cómo finaliza el testimonio; te darás cuenta de las maneras tan impredecibles que obra el Señor en favor de nosotros sus hijos y de quienes hay a nuestro alrededor.