EncargadoMuestra

Escrito por Sydney, 18 años de Quakertown, Pennsylvania, EEUU

Todos tenemos personas en nuestras vidas que nos dirigen o están a cargo de nosotros de alguna manera. Esos líderes pueden ser maestros, entrenadores, padres, tíos, un pastor de jóvenes u otras figuras de autoridad. La buena noticia es que estas personas pueden ayudarte a crecer en tu relación con Jesús. Una de estas personas para mí fue mi líder de sexto grado en la iglesia. La admiraba mucho. Ese fue el año en que realmente comencé a hacer mía mi fe. Era obvio que mi líder amaba a Dios y nos mostró el amor de Dios de muchas maneras. Durante el sexto grado, ella me desafió a comenzar a leer mi Biblia todos los días. Acepté su desafío y, al leer la Biblia todos los días, mi fe y mi relación con Jesús cambiaron para siempre. ¡Ahora me siento siempre animado/a a pasar tiempo con Jesús todos los días!   

Piensa en un líder en tu vida a quien admires realmente. ¿Qué es lo que realmente admiras de él? Dedica un minuto a dar gracias a Dios por haberlos puesto en tu vida y por su buen ejemplo de autoridad.