PERSIGUEN UNA VISIÓN

Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Por medio de distintas situaciones, nos da a conocer cuál es su voluntad para nuestra vida. ¿Estamos prestando atención a su propósito?

Al principio de su ministerio, Jesús llamó a Simón y a Andrés, y les dijo: «Síganme, y yo haré de ustedes pescadores de hombres» (Mateo 4.19, RVC). Les dio una visión de lo que él haría a través de ellos, en un idioma que pudieron entender: la pesca.

La visión los motivó, e inmediatamente ellos siguieron a Jesús. Pero los discípulos no recibieron la información completa sobre las demandas del llamado.

Según vemos en la Biblia, Dios revela su voluntad progresivamente. Los discípulos y los creyentes de la iglesia primitiva, por ejemplo, supieron más de los planes de Dios para el mundo que sus antepasados de los tiempos del Antiguo Testamento.

Tiempo después del llamado a Simón y a Andrés, Jesús les agregó información: «Si alguno quiere venir en pos de mí, […] tome su cruz, y sígame» (Mateo 16.24). Además de ser «pescadores de hombres», ahora también tendrían que llevar «su cruz».

Jesús fue elevando poco a poco el nivel de compromiso y de fe, hasta que ellos estuvieran listos para revelarles todo su plan.

Piensa qué reacción hubieras tenido si Dios te hubiese revelado de una sola vez, años atrás, todas las aflicciones y todas las bendiciones que habrías de vivir. Probablemente, hubieras colapsado. Por eso, Dios revela su visión para tu vida de manera progresiva.

¿Cuál es la visión que Dios tiene para ti? ¿Cuáles son los primeros pasos que debes dar para desarrollarla y para vivirla? No esperes a entenderlo todo para ponerla en acción. Aunque no sepas lo que vendrá, deja todo para seguirla. Obedece a Dios.

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