DependenciaMuestra
Sociedad Independiente
Depender de Dios no es fácil puesto que vivimos en una sociedad que no solamente nos enseña a ser independientes desde muy jóvenes, sino a desechar a Dios por completo de nuestras vidas y no confiar en nadie.
Pero la palabra de Dios es lo opuesto a lo que este mundo dice.
Confía en el Señor de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas.
Proverbios 3:5-6
Acá se nos dice que confiar en nuestra propia inteligencia es inútil, lo cual si, cuando tenemos al creador de ésta.
La *dependencia* en Dios debe ser verdadera, completa, total. Poner solo la mitad de nuestra *confianza* en Él no sirve de nada. Debemos, de manera intencional y completa, dejar todo en Sus manos sin ninguna duda.
Para poner toda nuestra *confianza* y así poder *depender* de Dios, debemos conocerlo muy bien. Piensa en las personas a tu alrededor.
¿Con quiénes tienes más confianza?
Probablemente con aquellas con las que pasas más tiempo, con las que compartes más cosas, con las que hablas más y te relacionas más.
Lo mismo sucede con nuestra relación con Dios. Cuanto más profunda sea, más relación tenemos con Él, más podremos confiar y así poder depender de Él. Debemos ocuparnos de esa relación pasando tiempo en oración, en su Palabra.
Solo así podremos confiar y depender de todo corazón en Él.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan leeremos la importancia de depender de Dios y tener una estrecha relación con Dios.
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Nos gustaría agradecer a Paola Arias por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/profile.php?id=100015671167108