Una Casa Construida Sobre La RocaMuestra
Llegamos al último episodio, el número 12, de la serie Una casa edificada sobre la Roca.
Realmente espero que hayan disfrutado de esos encuentros donde pudimos estructurar la vida espiritual de un discípulo que fue reformado en Cristo Jesús.
Y en este contexto de entrega de las llaves de la casa, es importante entender y poner en nuestro corazón el ejercicio del discipulado, es decir, aprender y enseñar a seguir y obedecer a Jesús. Todo creyente está llamado a ser discípulo y a hacer otros discípulos. El discipulado pone la fe en acción. El discipulado es parte de la misión de la Iglesia. Jesús hizo discípulos y nos dio el mandato de hacer más discípulos en todo el mundo.
Por definición, un discípulo es un seguidor, alguien que acepta y ayuda a difundir las doctrinas de otro. Un discípulo cristiano es una persona que acepta y ayuda a difundir las buenas nuevas de Jesucristo. El discipulado cristiano es el proceso por el cual los discípulos crecen en el Señor Jesucristo y son equipados por el Espíritu Santo, que reside en nuestros corazones, para vencer las presiones y pruebas de esta vida presente y llegar a ser cada vez más como Cristo. Este proceso requiere que los creyentes respondan al impulso del Espíritu Santo de examinar sus pensamientos, palabras y acciones y compararlos con la Palabra de Dios. Esto requiere que estemos en la Palabra diariamente, estudiando, orando y obedeciendo. Además, siempre debemos estar dispuestos a dar testimonio de la razón de la esperanza que hay dentro de nosotros y discipular a otros para que sigan su camino. Según las Escrituras, ser un discípulo cristiano implica un crecimiento personal que se caracteriza por lo siguiente:
1. Ponga a Jesús primero en todas las cosas (Marcos 8:34-38).
2. Siga las enseñanzas de Jesús (Juan 8:31-32).
3. Dé fruto (Juan 15:5-8).
4. Ame a los otros discípulos (Juan 13:34-35).
5. Evangelice - Haga otros discípulos (Mateo 28:18-20).
Nuestro modelo más grande es Jesucristo. Enseñó a las multitudes varias veces durante los tres años, pero separó a los doce apóstoles para caminar con él de una manera particular. Él preparó a estos hombres para luego enviarlos a predicar el evangelio (Marcos 3:13-14). Podemos ver este tipo de relación entre el apóstol Pablo y Timoteo. Pablo quería que Timoteo estuviera con él, que viajara con él y se uniera a él en la obra del reino (Hechos 16:3). Timoteo estaba siendo preparado y en el futuro iba a preparar a otros hombres para ser maestros (2Tm 2:2).
Entiendo que esta es la última recomendación que podemos vivir y cumplir con la base de una casa construida sobre la Roca. Y quiero terminar invitándote a orar juntos en este momento:
“Padre Eterno, quiero darte gracias por eses 12 días en los que pude contemplar la riqueza de tu amor y tu palabra para mi vida. Mi mayor deseo es cumplir fielmente la misión de discípulo de Jesús. Les pido que cada palabra y reflexión que he contemplado durante estos 12 días se aplique a mi corazón y mente. Lléname de fe para que lo que mis ojos no ven, lo vea con los ojos de mi corazón. Venga tu reino, haz que las riquezas del cielo invadan la tierra a través de mi vida. Yo soy tuyo. Todo lo que soy es para ti Señor. Oro así, en el nombre de Jesús, ¡amén!”
La paz del Señor Jesús.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los 4 fundamentos para construir una vida espiritual con Dios. Jesús nos dejó una enseñanza y una herencia eterna. Uno de sus principales legados fue la formación de discípulos, que continuarían Su misión. Con la gracia del Espíritu Santo, te invito a seguir esta serie devocional, aplicar conceptos doctrinales en tu vida y también ser discípulo de Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Rafael Nieweglowski por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/rafaelniewe/