¿Consumo Lo Que Me Edifica?Muestra

Consumo lo que viene del padre

Ya para culminar quiero hablar sobre Jesús, de cómo el Maestro nos muestra que cuando decidimos consumir las cosas que vienen del Padre podemos vencer.

¿Donde ocurrió esta tentación?

La biblia nos dice en el versículo 1 que Jesús estaba en el desierto, aquí quiero que hagamos una pausa, ¿que representa el desierto hoy en día en nuestras vidas?  Esto lo representamos como el lugar en el cual somos probados, el desierto lo representamos como el lugar de procesos.

¿De qué estaba lleno Jesús?

 Jesús estaba lleno del Espíritu Santo, por eso vemos que en el versículo 4 le dice a Satanás que no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios y esto es algo que olvidamos hoy en día que nuestro Espíritu necesita ser nutrido con la palabra de Dios con lo que vienen de Dios no con aquellas cosas que se escuchen bonitas y sean fáciles de hacer no, sino con aquellas cosas que aunque duelan sean necesarias porque vienen de Dios porque solo él puede darnos ese alimento que necesitamos y solo con su presencia vamos a poder ser llenos para cuando nos llegue el momento que nos toque entrar en el desierto podamos decir que su palabra nos sostiene.

Hoy en día el mundo nos ofrece muchas cosas las cuales nos venden como buenas ¨aparentemente¨ pero en nosotros esta si consumirlas o no, si decidir llevar una vida conforme a las cosas de Dios y no contaminarnos como lo hizo Daniel, si someter nuestra carne y ser edificados con las cosas de Dios como lo hizo Ester para no perecer y si alimentarnos de la cosas correctas como nos dice Jesús entendiendo que nuestro alimento es Espiritual y ese es el que nos da vida.

Vivir conforme a las cosas de Dios es lo mejor que podemos hacer, esto nos  trae bendiciones eternas, pero también el consumir cosas que no vienen de Dios trae sus consecuencias, porque estamos dando rienda suelta a los placeres de la carne y estamos viviendo en las obras de la carne, y sabemos bien que esto no agrada al Señor y que nos ensucia como templo que somos al Espíritu Santo, cuando estamos llamados a cuidarlo. 

Cuando consumimos las cosas que no vienen de Dios, estamos uniendo nuestros cuerpos al pecado, y mis hermanos Dios no tiene parte con el pecado, enseñanza tenemos con el pueblo de Sodoma y Gomorra, y lo que el Señor hizo con ellos, por la vida tan desenfrenada que llevaban, cosa que entiendo que hubiera sido distinta si hubieran decidido consumir las cosas de Dios.

No demos riendas suelta en nuestras vidas a las cosas del mundo, por más atractivas que nos parezcan, no perdamos nuestro tiempo en intimidad por minutos de placer a la carne.

Pidamos al padre cada día más, ser santificados y que nos alimente con ese pan Espiritual que solo él sabe dar, que podamos siempre estar llenos de su Espíritu Santo, para que cuando lleguen esos momentos de oferta no tengamos ni que considerarlas porque no hay espacio para ellas en nuestras vidas.

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