Sirviendo Al ReinoMuestra

Cuídate de no quedar fuera

El rechazo a la invitación que Dios nos hace puede cambiar Su estado de ánimo. Parece ser que entre más cercano sea alguien a una persona, más fácil suele rechazar sus invitaciones. No podemos caer en la tentación de creernos tan cercanos a Dios a tal punto de que rechacemos las Suyas. Jesús no les rogó a quienes lo rechazaron. Puede que te sientas cansado, pero jamás lo suficiente como para rechazar una invitación del Rey. Si Jesús te hizo la invitación de servirle al Padre, honra esa invitación y prepárate lo mejor posible. Jamás le renuncies, es un honor servirle.