Leyes Del ReinoMuestra

Ley de siembra y cosecha

Así como sucede con la naturaleza, también debemos trabajar con el corazón. Despojarnos de todo egoísmo y sembrar amor y generosidad para que, cuando menos lo esperemos, Dios nos bendiga con el fruto de nuestras buenas acciones para con otras personas. Generalmente vemos la cosecha, pero sin ver la siembra. Esto podría confundirnos y hacernos creer que no es necesario sembrar, sin embargo, esta ley es infalible. No pretendamos burlarnos de Dios queriendo cosechar lo que no hemos sembrado. Cristo regó nuestra vida con Su sacrificio en la cruz y tuvo como resultado la vida eterna. Cada acción que realizamos es un trabajo de fe, esperanza y perseverancia donde los frágiles retoños se transforman en plantas firmes capaces de dar los frutos anhelados. Hay que aprender a sembrar para alcanzar la cosecha esperada.