ABC de la ApologéticaMuestra

Viviendo como te plazca

Aunque puede sonar liberal argumentar que debemos invitar a todos a vivir como les plazca, el mundo no cambia para adaptarse a nuestros caprichos y deseos. Si el cristianismo es verdadero, entonces describe el mundo con precisión como realmente es. Rechazar el cristianismo, es entonces, lo mismo que rechazar la realidad misma. Inevitablemente, el mundo real se derrumba, revelando las consecuencias de rechazar las reglas y los patrones de Dios.

Durante más de quince años, el médico y psiquiatra Británico Theodore Dalrymple atendió a los más pobres de los pobres en los barrios marginales de Londres. Observó en el proceso que los intentos del gobierno de mostrar compasión hacia los pobres en realidad empeoraron su situación. La embriaguez, la promiscuidad, la glotonería, y el abuso eran comunes junto con todas las consecuencias de salud que podrías esperar de tales estilos de vida.

Mientras Dalrymple intentaba curar las heridas de la gente, preguntaba, “¿Por qué vives así?” Sorprendentemente, concluyó que estas personas vulnerables simplemente habían adoptado, y practicado, las ideas sobre el género, liberación sexual, y significado que se enseñaban en teorías de las universidades más prestigiosas y en los medios de comunicación.

En su libro La vida en el fondo, Dalrymple dirige su ingenio mordaz a los intelectuales del siglo veinte que “buscaron liberar nuestras relaciones sexuales de todas las obligaciones y significados sociales, contractuales o morales, de modo que de ahora en adelante solo el deseo sexual crudo contaría en nuestra toma de decisiones.” Dalrymple muestra que los resultados de adoptar estas ideas “literalmente y completamente” son terribles.

“Si alguien quiere ver cómo son las relaciones sexuales, libres de obligaciones contractuales y sociales, déjenlo ver el caos de las vidas personales de los miembros de la clase baja…

Aquí están los abortos provocados por el kung fu abdominal; niños que tienen niños, en números desconocidos antes del adviento de la anticoncepción química y la educación sexual; mujeres abandonadas por el padre de su hijo un mes antes o un mes después del parto; celos insensatos, el reverso de la moneda de la promiscuidad general, que resulta en la más espantosa opresión y violencia, padrastros en serie que conducen al abuso sexual y físico de los niños en una escala masiva, y toda clase de relajación de la distinción entre lo sexualmente permisible e inadmisible.”

Después de leer la representación gráfica de Dalrymple de las consecuencias de crear nuestros propios estándares morales, necesitamos reevaluar la sabiduría del mundo a la luz de la sabiduría de Dios; necesitamos redescubrir las diferencias entre lo bueno y lo malo, el bien y el mal.