Cicatrices ~Nueva Criatura Soy~Muestra
~Mis heridas~
Cristo al dirigirse a Jerusalén sabía lo que ocurriría. Jesús al estar en el Getsemaní oraba al Padre con gran clamor y Él sabía que lo que iba a suceder iba a tener una buena recompensa que era gracia, amor, perdón y salvación para la humanidad. Cuando oyó a Pilato decir que lo iban a flagelar por castigo, Jesús tenía las fuerzas del Padre. En ese tiempo los instrumentos para la flagelación eran muy tortuosos que arrancaban la piel. Recuerda que cada azote era una enfermedad, un problema, un pecado, una maldición; cada azote era por cada persona del mundo para salvarla y no se quede perdida en las manos del enemigo. “Cuando estuvo en la cruz y extendieron sus manos y pies para clavarlos; Él no se preocupaba por el dolor porque el amor cubría todo dolor”. Cuando falleció en la cruz, le traspasaron en un costado con una lanza para asegurarse si ya estaba muerto. Si nos damos cuenta Jesús tuvo muchas heridas y eso le ocasionaron cicatrices. Pero Jesús al tercer día resucitó en gloria y todas se borraron menos la de los pies, la del costado y la de las manos que demostraban un significado: primero para que los discípulos se dieran cuenta que Él era Jesús y segundo para darnos cuenta lo que nuestros pecados le hicieron. Jesús al ver esas cicatrices no veía sufrimiento; veía amor. Si el mundo o tu prójimo te lastimó, Dios permite las cosas por un propósito, “Nuestro Padre celestial quita para bendecirnos”, para darnos algo mucho mejor. Cada herida Dios te las curará siempre y cuando tú lo busques de corazón y tengas esa intimidad con Él; ora y arrepiéntete. El vendaje en la herida será su Espíritu reposando sobre ti, consolándote. Si tienes que perdonar para sanar esa herida hazlo. Recuerda si Dios te ama, te perdona y te ayuda tú tienes que hacer lo mismo. Dios permite las heridas para levantar un guerrero/a en ti.
Y tú ¿Ya sanaste toda herida, has permitido que Dios las cure?
Recuerda:” Dios te ama♥️y eres especial para él”
Yo soy su hij@
¡SHALOM!
Escrituras
Acerca de este Plan
Cundo fuimos golpeados en el mundo, por amigos, pruebas o tentaciones; nos dejaron marcas, cicatrices, que solo Dios podrá borrar. En este devocional el Señor obrará en tu vida para quitar todo dolor guardado en tu corazón, toda cicatriz, pero recuerda que cada cicatriz es sinónimo de lucha, una que tuviste y que Dios te dio y dará la victoria.
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Nos gustaría agradecer a Gian Carlo Maingón Vallejo y Casa de Oración Puerta del Cielo por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/jn_giancarlogc/