¡Él se desangró!Ejemplo

DALTÓNICO 

El libro de Hebreos es uno de los mejores del Antiguo Testamento no sólo por estar bien escrito sino también por ser un manuscrito poético y profundo. El nombre “Hebreos” nos informa que Dios no es daltónico, ni ajeno a la cultura. En él, el Espíritu Santo da testimonio de que la sangre de Jesús fue derramada para toda la humanidad. Por lo tanto, Dios hizo a las personas todas diferentes intencionalmente; no por error.  

Los cristianos bien intencionados quieren justificar sus sentimientos sobre las diferencias culturales diciendo que son daltónicos. Sin embargo, no es necesario excusar las diferencias si ellas no son un problema; no es necesario mirar por encima del color de nadie. En cambio, aprecia sus diferencias, su etnia y sus aportes. Dios no nos creó en nuestra singularidad para sentirnos superiores a otros. Cada uno de nosotros ha sido creado de forma maravillosa y temerosa. Dios nos creó a todos. 

La Biblia aborda la figura de Cristo a través de diferentes contextos culturales, eso sugiere que Dios no se avergüenza de nuestra diversidad. Él la celebra, llama a la unidad y afirma nuestra individualidad, animándonos a conectarnos con aquellos que son muy diferentes a nosotros. Ese es el poder del amor y el misterio de nuestra fe. La enigmática experiencia humana nos dice que podemos ser diversos pero permanecer unidos. 

Esto es difícil de conseguir. El enemigo hace todo lo posible para que no pase. Sabe que dónde hay unidad, Dios está en medio. El día de Pentecostés no ocurrió hasta que el pueblo estuvo en un lugar solidario. El diablo odia la unidad, pero Dios la ama ya que ella hace que sucedan grandes cosas. 

Si miras en tu vida, descubrirás que el enemigo siempre ha combatido a la unidad. Ya sea con tu cónyuge, tus hijos, un familiar o un amigo, el diablo siempre va a querer que no haya unidad entre ustedes. Él sabe que cuando dos se juntan y están de acuerdo, cosas pasan; los yugos se rompen, las cadenas se caen, el cáncer se encoge, los tumores se secan y las enfermedades desaparecen. Siempre que la gente se conecta, que se pone de acuerdo, ya sea dos o 2000, ¡algo grande está destinado a suceder! Dios está con nosotros cuando podemos unirnos apreciando la diversidad.