¿De Qué Estás Hecho?Muestra

Necesitamos más que un líder mundial para enfrentar los desafíos presentes, necesitamos un Salvador, uno que nos salve continuamente (aunque solamente una vez necesitamos ser salvos de la eterna distancia que nos mantenía separados de Dios). La buena nueva es que nuestro buen Pastor continúa su obra salvadora en cada uno de nosotros por el resto de nuestras vidas.

Proféticamente, Isaías anunciaría setecientos veinte años antes de la llegada del Mesías, que Él no le causaría daño a los que estaban heridos, ni ignoraría a los débiles y vulnerables. Al contrario, fortalecería a los débiles y haría que la justicia llegara a los perjudicados.

Qué bueno sería recordar hoy que nuestro buen Dios, está íntimamente familiarizado con las angustias, preocupaciones y sufrimientos de su pueblo. Por tanto, hoy es un buen día para elegir:

Elijo el amor. Ninguna ocasión justifica el odio; ninguna injusticia justifica la amargura.

Elijo ser honesto y alegre. Invitaré a mi Dios a ser el Dios de mis circunstancias. Rechazaré la tentación de ser cínico o perezoso, honraré a las personas que han caminado conmigo, jefes, amigos, familiares. Me negaré a ver cualquier problema como algo menos que una oportunidad para ver a Dios.

Elijo la paz. Viviré perdonado y perdonaré para poder vivir.

Elijo la paciencia. Pasaré por alto los inconvenientes del mundo. En lugar de maldecir oraré, en lugar de criticar a las autoridades, las bendeciré. En lugar de quejarme de que la espera es demasiado larga, agradeceré a Dios por una pausa en mi vida para ver el mundo desde su óptica. En lugar de cerrar mi puño para combatir, lo abriré para construir.

Y tú, ¿Qué eliges hoy?