Cómo Ser Libre De La Ofensa Por Medio Del PerdónMuestra

Descubriendo la ofensa: lo que hace

Primero: Una ofensa provoca una herida (un trauma, golpe o dolor).

Segundo: Una herida genera enojo. Y si éste no se trata por medio del perdón, se mantiene y reedita vez tras vez, sentando bases para el resentimiento y la hostilidad.

Tercero: Esto avanza convirtiéndose en amargura que es la infección, la reproducción del dolor, la tristeza y la frustración, que empiezan a contaminar a la persona y a su entorno.

Cuarto: Dicha amargura, instalada en el alma (gobernando emociones, pensamientos y voluntad), bloquea y paraliza el potencial del individuo en todas o en algunas áreas de su vida. 

Una persona que llega a este punto, consciente o inconscientemente, permite que la contaminación la despersonalice, la desfigure. Las emociones y pensamientos distan de ser saludables y tienden a magnificar el dolor reproduciendo todo el tiempo ciertos patrones emocionales.

Quinto: La persona contaminada con amargura, llega a este punto con alta probabilidad de auto engañarse sobre sí misma, los demás, el futuro, etc.

Su percepción está contaminada, porque todo lo que vive, escucha y ve, pasa por su filtro de víctima, de autoprotección, orgullo, etc., según sea el caso.

¿Qué dice Dios sobre esto?

1. Dios sabe que las heridas sin resolver o sanar, nos paralizan y bloquean nuestro potencial, por lo que nos ordena salir de ese sitio.

"Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado…” (continúa la cita en el siguiente inciso)

2. Debemos ser conscientes de lo peligroso que es dejar una raíz de amargura por una ofensa no resuelta.

"…Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas." (Hebreos 12:12-17 RV60)

Ore a Dios este pasaje bíblico varias veces y deje que el Espíritu Santo traiga sanidad:

"Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias." (Salmo 34:6 RV60)

COMPROMISO CON DIOS: Ahora, ¿qué hará al respecto?