El diseño de Dios para el sexoMuestra
EL SEXO Y LA TRINIDAD
Charles Williams, amigo cercano de C. S. Lewis y miembro del ilustre grupo de intelectuales conocido los Inklings, tuvo un profundo entendimiento de el diseño de Dios para la sexualidad humana. al escribir sobre la representación del amor romántico de Dante en la Divina Comedia, Williams dice que la visión del poeta significa tres cosas.
Primero, es una imagen de la trinidad: Un Dios “subsistiendo” en Tres Personas. Segundo, es un recordatorio de la encarnación: humanidad y divinidad perfectamente unidos en la persona de cristo. Tercero, es el símbolo de algo a Williams le gusta llamarlo el “misterio de coherencia”: la íntima comunión de yo en ti y tu en mi.
Jesús lo expresó así en su oración sacerdotal: “Como tú, Padre, estás en mí, y yo en Ti, [Yo oro] que ellos sean uno en nosotros…” (Juan 17:21).
De esto se trata realmente la imagen de Dios en el hombre. El Dios que adoramos no existe de forma aislada. Por el contrario, ha estado en comunidad por toda la eternidad. Las tres personas de la trinidad – Padre, Hijo, y el Espíritu Santo – interactúan el uno con el otro en perfecta comunión. Esa verdad nos ayuda a entender mejor lo que el apóstol Juan tuvo en mente cuando dijo que “ Dios es Amor” (1 Juan 4:8).
También es por eso que Dios dijo que “no es bueno para el hombre que esté solo” (Génesis 2:18). Después de todo, ¿cómo podría un hombre, quien estaba solo, reflejar la imagen completa de un Dios cuya naturaleza misma existe en la comunión? eso solo se hizo posible cuando Adán vio a Eva avanzar hacia él en todo esplendor de la belleza femenina y dijo, “ Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Génesis 2:23).
Todo esto lleva a una conclusión ineludible con respecto a nuestra sexualidad. En una profunda y maravillosa manera, nuestra vida sexual pretende reflejar la realidad y la belleza de la Trinidad en nuestras relaciones matrimoniales.
Como el teólogo George Weigel explica, cuando vemos las directivas de Dios para nuestra sexualidad de esta manera, “la primera pregunta moral pasa de ‘¿que tengo prohibido hacer?’ a ‘¿como vivo una vida de amor sexual que se ajusta a mi dignidad como persona humana?’”1 Sexo, luego, correctamente entendido y practicado, es en un sentido muy real fundamental para la función, el propósito y destino de la humanidad dentro del milagro de la creación de Dios.
Para más ayuda, visita Intimidad Pura o el sitio web de Enfoque a la Familia. También puedes llamar al departamento de consejería para consultas gratis al 855-771-HELP (4357).
George Weigel, La Verdad del Catolicismo: Diez Controversias Exploradas (New York: Cliff Street Books, 2001), 104-105.
Charles Williams, amigo cercano de C. S. Lewis y miembro del ilustre grupo de intelectuales conocido los Inklings, tuvo un profundo entendimiento de el diseño de Dios para la sexualidad humana. al escribir sobre la representación del amor romántico de Dante en la Divina Comedia, Williams dice que la visión del poeta significa tres cosas.
Primero, es una imagen de la trinidad: Un Dios “subsistiendo” en Tres Personas. Segundo, es un recordatorio de la encarnación: humanidad y divinidad perfectamente unidos en la persona de cristo. Tercero, es el símbolo de algo a Williams le gusta llamarlo el “misterio de coherencia”: la íntima comunión de yo en ti y tu en mi.
Jesús lo expresó así en su oración sacerdotal: “Como tú, Padre, estás en mí, y yo en Ti, [Yo oro] que ellos sean uno en nosotros…” (Juan 17:21).
De esto se trata realmente la imagen de Dios en el hombre. El Dios que adoramos no existe de forma aislada. Por el contrario, ha estado en comunidad por toda la eternidad. Las tres personas de la trinidad – Padre, Hijo, y el Espíritu Santo – interactúan el uno con el otro en perfecta comunión. Esa verdad nos ayuda a entender mejor lo que el apóstol Juan tuvo en mente cuando dijo que “ Dios es Amor” (1 Juan 4:8).
También es por eso que Dios dijo que “no es bueno para el hombre que esté solo” (Génesis 2:18). Después de todo, ¿cómo podría un hombre, quien estaba solo, reflejar la imagen completa de un Dios cuya naturaleza misma existe en la comunión? eso solo se hizo posible cuando Adán vio a Eva avanzar hacia él en todo esplendor de la belleza femenina y dijo, “ Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Génesis 2:23).
Todo esto lleva a una conclusión ineludible con respecto a nuestra sexualidad. En una profunda y maravillosa manera, nuestra vida sexual pretende reflejar la realidad y la belleza de la Trinidad en nuestras relaciones matrimoniales.
Como el teólogo George Weigel explica, cuando vemos las directivas de Dios para nuestra sexualidad de esta manera, “la primera pregunta moral pasa de ‘¿que tengo prohibido hacer?’ a ‘¿como vivo una vida de amor sexual que se ajusta a mi dignidad como persona humana?’”1 Sexo, luego, correctamente entendido y practicado, es en un sentido muy real fundamental para la función, el propósito y destino de la humanidad dentro del milagro de la creación de Dios.
Para más ayuda, visita Intimidad Pura o el sitio web de Enfoque a la Familia. También puedes llamar al departamento de consejería para consultas gratis al 855-771-HELP (4357).
George Weigel, La Verdad del Catolicismo: Diez Controversias Exploradas (New York: Cliff Street Books, 2001), 104-105.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los que manejan dinero en el Tesoro aprenden a detectar billetes falsos al familiarizarse con los intrincados patrones que se encuentran en la realidad. Del mismo modo, comprender la ruptura del pecado sexual comienza con el diseño de Dios para la auténtica intimidad sexual. La sacralidad de la sexualidad humana trasciende el acto físico mismo. Refleja la santidad de Dios, su relación dentro de la Trinidad y su deseo de conformar su cuerpo, alma y mente a la imagen de Cristo.
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Queremos agradecer a Enfoque a la Familia por proveer este plan. Para más información, por favor visita: http://family.custhelp.com/app/home