Pandemia Global Y Una Fe Sólida (Parte 2): Un Control De Madurez De 4 DíasMuestra

Ayer escuché una nueva palabra en inglés: adulting, que hace referencia a volverse adulto.  Las catástrofes revelan hasta qué punto estamos convirtiéndonos en adultos. También contribuyen al proceso de volvernos adultos espirituales, incluso cuando preferiríamos seguir siendo bebés espirituales. No conozco ninguna manera mejor de madurar que a través de las pruebas.

Eso no significa que debamos buscar los problemas, tal como hacen los gurús orientales que exaltan los beneficios catárticos del sufrimiento. Se desnudan en el frío, o caminan sobre lechos de carbón, o tiran de carros del templo con ganchos incrustados en el cuerpo. Pero el cristianismo no fomenta la búsqueda de la angustia. De hecho, no podemos alcanzar la purificación en absoluto a través de nuestros propios esfuerzos. En cambio, quedamos limpios cuando aceptamos el don de la salvación. Es una purificación que no se obtiene por medio de buenas obras, sino gracias al Señor Jesús  y  Su pago en la cruz a nuestro favor. Así que no debemos correr hacia los problemas para forzar la madurez.

Pero tampoco hay que huir de los problemas. Hemos de ser realistas ante los mismos. Éstos son elementos propios de una raza humana caída y de un mundo quebrantado. Y más allá de aceptar que sean inevitables, tenemos que examinar nuestras actitudes hacia los problemas, nuestras reacciones ante ellos y nuestras acciones en los mismos.