¡Que no se apague el amor!

Una de las cosas que nos mueven a casarnos esel amor por la otra persona, nadie o casi nadie se casa por algún interés diferente (aunque hay sus excepciones). 

El joven conoce a una chica hermosa a sus ojos, de buen parecer, delicada, cariñosa e inteligente que comienza a atraerle a él, ella por su parte  conoce al joven guapo, inteligente y fuerte que piensa, la cuidará toda su vida.

Todo es hermoso en el noviazgo, los detalles, los abrazos, los besos, las largas pláticas por teléfono o por chats, la salidas por las tardes, las horas se hacen minutos, pareciera que el tiempo ya no les alcanza para estar juntos, comienzan a planear sobre su vida de casados, hablan de cosas como dónde les gustaría vivir?, cuántos hijos tener? y como sería su vida en el matrimonio? Sueñan con vivir juntos toda la vida.  

Él, un día despierta y piensa que su corazón está a punto de estallar por el amor que siente hacia ella  y toma la decisión de desposarla para después casarse con ella y formar una familia, juntos, por siempre, como lo planearon. 

La boda se celebra, comienza la luna de miel, todo es hermoso, llegan a su nueva casa, ahora están solos como lo anhelaban, se besan, se abrazan y pronto comienzan a llegar los hijos, las responsabilidades se hacen más grandes y un día por las preocupaciones de la vida, las largas horas de trabajo y las labores de casa, comienzan a dejar a un lado los detalles, las pláticas, los abrazos y los besos, algo comienza a ganar lugar, la monotonía y la costumbre, este mal que acecha a muchos matrimonios y que sin darse cuenta enfría el amor.

Dice la escritura que por haberse multiplicado la maldad,  "El amor de muchos se enfriará" pero, ¿Qué es el amor?

El amor es un sentimiento de afecto y proviene de Dios, pero no sé concreta en solo ser un sentimiento, el amor conlleva a dar algo, es darme al otro, es tener compasión por otro, es cubrir sus faltas, es poner la vida por el otro. 

Dios  mostró su amor al mundo, dando a su hijo Jesucristo y pagando el precio de nuestro pecado para recibir la vida eterna. 

Dios no solo tuvo compasión por el mundo, Dios hizo algo más, dar lo más preciado que tenía, a su "único hijo" a Jesucristo.

En el matrimonio se trata de dar y recibir, no solo de sentir algo por la otra persona, sino de expresarlo, de dar su tiempo, de dar cariño, de atenderse el uno al otro, de ayudarse, de cuidarse en la salud y la enfermedad, de convivir, de procurar al otro. 

En el día 1 de tu plan de lectura, aprendiste que "ya no son más dos, sino una sola carne", dice la escritura en Efesios 5:29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la  cuida, como también Cristo a la iglesia. 

Entonces aprendemos que; así como  cuidas tu persona, tu cuerpo, tus gustos, tu alimentación, de la misma manera debes atender y cuidar de tu cónyuge, porque ahora es parte de ti, de tu carne. Nunca he visto a alguien insultándose a sí mismo, o quejándose de sí mismo con sus familiares o golpeándose contra la pared, todos cuidamos de nuestro cuerpo porque nos amamos. De la misma manera ama y cuida a tu cónyuge. 

Mateo 22:39 "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" 

Pregúntate en este momento; ¿Amas a tu cónyuge como a ti mismo? O has dejado a un lado a tu esposo (a), perdiste el interés por lo que le gusta, le dejaste de atender y preocuparte por su vida o salud, quizá el amor se ha enfriado al grado de dormir separados y hasta pensar o estar planeando un divorcio. ¡No permitas que el amor se enfríe!, vuelve a tu primer amor con la ayuda de Dios, pide a Dios que ponga amor en tu corazón para tu esposo (a), comienza con pequeños detalles, Dios te ayudará a que las cosas cambien ¡comienza ahora! 

Recuerda… el matrimonio estuvo en el plan inicial de Dios para la humanidad, con la ayuda de Dios y viviendo bajo sus ordenanzas podrás tener el matrimonio que siempre soñaste, podrás vivir junto a tu esposo (a) e hijos una vida en abundancia, no permitas que el mundo te venda la idea de que es mejor vivir solos, no eches a la basura a tus hijos, se puede vivir una vida feliz y en paz dentro del matrimonio.

Oro para que Dios bendiga tu matrimonio y si es necesario Dios lo restaure completamente, no pierdas la fe, Dios está interesado en tu matrimonio y Él te ayudará. 

Una de las cosas que nos mueven a casarnos es el amor por la otra persona, nadie o casi nadie se casa por algún interés diferente (aunque hay sus excepciones).

 comienzan a planear sobre su vida de casados, hablan de cosas como ¿dónde les gustaría vivir?, ¿cuántos hijos tener? y ¿cómo sería su vida en el matrimonio? Sueñan con vivir juntos toda la vida.