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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkHEB">
 <div class="chapter ch8" data-usfm="HEB.8.6+HEB.8.7+HEB.8.8+HEB.8.9+HEB.8.10+HEB.8.11+HEB.8.12+HEB.8.13">
 <div class="p">6Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.</div><div class="p"> 8Porque reprendi&#233;ndolos dice:</div><div class="q">He aqu&#237; vienen d&#237;as, dice el Se&#241;or,</div><div class="q">En que establecer&#233; con la casa de Israel y la casa de Jud&#225; un nuevo pacto;</div><div class="q"> 9No como el pacto que hice con sus padres</div><div class="q">El d&#237;a que los tom&#233; de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;</div><div class="q">Porque ellos no permanecieron en mi pacto,</div><div class="q">Y yo me desentend&#237; de ellos, dice el Se&#241;or.</div><div class="q"> 10Por lo cual, este es el pacto que har&#233; con la casa de Israel</div><div class="q">Despu&#233;s de aquellos d&#237;as, dice el Se&#241;or:</div><div class="q">Pondr&#233; mis leyes en la mente de ellos,</div><div class="q">Y sobre su coraz&#243;n las escribir&#233;;</div><div class="q">Y ser&#233; a ellos por Dios,</div><div class="q">Y ellos me ser&#225;n a m&#237; por pueblo;</div><div class="q"> 11Y ninguno ense&#241;ar&#225; a su pr&#243;jimo,</div><div class="q">Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Se&#241;or;</div><div class="q">Porque todos me conocer&#225;n,</div><div class="q">Desde el menor hasta el mayor de ellos.</div><div class="q"> 12Porque ser&#233; propicio a sus injusticias,</div><div class="q">Y nunca m&#225;s me acordar&#233; de sus pecados y de sus iniquidades.#Jer. 31.31-34.</div><div class="m"> 13Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, est&#225; pr&#243;ximo a desaparecer.</div>
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 <div class="book bkHEB">
 <div class="chapter ch9" data-usfm="HEB.9">
 <div class="label">9</div><div class="p"> 1Ahora bien, aun el primer pacto ten&#237;a ordenanzas de culto y un santuario terrenal. 2Porque el tabern&#225;culo#Ex. 26.1-30. estaba dispuesto as&#237;: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro,#Ex. 25.31-40. la mesa y los panes de la proposici&#243;n.#Ex. 25.23-30. 3Tras el segundo velo estaba la parte del tabern&#225;culo llamada el Lugar Sant&#237;simo,#Ex. 26.31-33. 4el cual ten&#237;a un incensario de oro#Ex. 30.1-6. y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes,#Ex. 25.10-16. en la que estaba una urna de oro que conten&#237;a el man&#225;,#Ex. 16.33. la vara de Aar&#243;n que reverdeci&#243;,#Nm. 17.8-10. y las tablas del pacto;#Ex. 25.16; Dt. 10.3-5. 5y sobre ella los querubines de gloria que cubr&#237;an el propiciatorio;#Ex. 25.18-22. de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.</div><div class="p"> 6Y as&#237; dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabern&#225;culo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;#Nm. 18.2-6. 7pero en la segunda parte, s&#243;lo el sumo sacerdote una vez al a&#241;o, no sin sangre, la cual ofrece por s&#237; mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;#Lv. 16.2-34. 8dando el Esp&#237;ritu Santo a entender con esto que a&#250;n no se hab&#237;a manifestado el camino al Lugar Sant&#237;simo, entre tanto que la primera parte del tabern&#225;culo estuviese en pie. 9Lo cual es s&#237;mbolo para el tiempo presente, seg&#250;n el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, 10ya que consiste solo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.</div><div class="p"> 11Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el m&#225;s amplio y m&#225;s perfecto tabern&#225;culo, no hecho de manos, es decir, no de esta creaci&#243;n, 12y no por sangre de machos cabr&#237;os ni de becerros, sino por su propia sangre, entr&#243; una vez para siempre en el Lugar Sant&#237;simo, habiendo obtenido eterna redenci&#243;n. 13Porque si la sangre de los toros y de los machos cabr&#237;os,#Lv. 16.15-16. y las cenizas de la becerra#Nm. 19.9,17-19. rociadas a los inmundos, santifican para la purificaci&#243;n de la carne, 14&#191;cu&#225;nto m&#225;s la sangre de Cristo, el cual mediante el Esp&#237;ritu eterno se ofreci&#243; a s&#237; mismo sin mancha a Dios, limpiar&#225; vuestras conciencias de obras muertas para que sirv&#225;is al Dios vivo?</div><div class="p"> 15As&#237; que, por eso es mediador de un nuevo pacto,#9.15 La misma palabra griega significa tanto pacto como testamento. para que interviniendo muerte para la remisi&#243;n de las transgresiones que hab&#237;a bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16Porque donde hay testamento,#9.16 La misma palabra griega significa tanto pacto como testamento. es necesario que intervenga muerte del testador. 17Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es v&#225;lido entre tanto que el testador vive. 18De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. 19Porque habiendo anunciado Mois&#233;s todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tom&#243; la sangre de los becerros y de los machos cabr&#237;os, con agua, lana escarlata e hisopo, y roci&#243; el mismo libro y tambi&#233;n a todo el pueblo, 20diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.#Ex. 24.6-8. 21Y adem&#225;s de esto, roci&#243; tambi&#233;n con la sangre el tabern&#225;culo y todos los vasos del ministerio.#Lv. 8.15. 22Y casi todo es purificado, seg&#250;n la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisi&#243;n.#Lv. 17.11.</div><div class="s">El sacrificio de Cristo quita el pecado</div><div class="p"> 23Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas as&#237;; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24Porque no entr&#243; Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Sant&#237;simo cada a&#241;o con sangre ajena. 26De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumaci&#243;n de los siglos, se present&#243; una vez para siempre por el sacrificio de s&#237; mismo para quitar de en medio el pecado. 27Y de la manera que est&#225; establecido para los hombres que mueran una sola vez, y despu&#233;s de esto el juicio, 28as&#237; tambi&#233;n Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecer&#225; por segunda vez, sin relaci&#243;n con el pecado, para salvar a los que le esperan.</div>
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<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkHEB">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="HEB.10.1+HEB.10.2+HEB.10.3+HEB.10.4+HEB.10.5+HEB.10.6+HEB.10.7+HEB.10.8+HEB.10.9+HEB.10.10+HEB.10.11+HEB.10.12+HEB.10.13+HEB.10.14+HEB.10.15+HEB.10.16+HEB.10.17+HEB.10.18+HEB.10.19+HEB.10.20+HEB.10.21+HEB.10.22+HEB.10.23+HEB.10.24+HEB.10.25">
 <div class="p">1Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada a&#241;o, hacer perfectos a los que se acercan. 2De otra manera cesar&#237;an de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendr&#237;an ya m&#225;s conciencia de pecado. 3Pero en estos sacrificios cada a&#241;o se hace memoria de los pecados; 4porque la sangre de los toros y de los machos cabr&#237;os no puede quitar los pecados. 5Por lo cual, entrando en el mundo dice:</div><div class="q">Sacrificio y ofrenda no quisiste;</div><div class="q">Mas me preparaste cuerpo.</div><div class="q"> 6Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.</div><div class="q"> 7Entonces dije: He aqu&#237; que vengo, oh Dios, para</div><div class="q">hacer tu voluntad,</div><div class="q">Como en el rollo del libro est&#225; escrito de m&#237;.#Sal. 40.6-8.</div><div class="m"> 8Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen seg&#250;n la ley), 9y diciendo luego: He aqu&#237; que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto &#250;ltimo. 10En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.</div><div class="p"> 11Y ciertamente todo sacerdote est&#225; d&#237;a tras d&#237;a ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;#Ex. 29.38. 12pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13de ah&#237; en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;#Sal. 110.1. 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15Y nos atestigua lo mismo el Esp&#237;ritu Santo; porque despu&#233;s de haber dicho:</div><div class="q"> 16Este es el pacto que har&#233; con ellos</div><div class="q">Despu&#233;s de aquellos d&#237;as, dice el Se&#241;or:</div><div class="q">Pondr&#233; mis leyes en sus corazones,</div><div class="q">Y en sus mentes las escribir&#233;,#Jer. 31.33.</div><div class="m"> 17a&#241;ade:</div><div class="q">Y nunca m&#225;s me acordar&#233; de sus pecados y transgresiones.#Jer. 31.34.</div><div class="m"> 18Pues donde hay remisi&#243;n de estos, no hay m&#225;s ofrenda por el pecado.</div><div class="p"> 19As&#237; que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Sant&#237;simo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que &#233;l nos abri&#243; a trav&#233;s del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerqu&#233;monos con coraz&#243;n sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones#Lv. 8.30. de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.#Lv. 8.6. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesi&#243;n de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometi&#243;. 24Y consider&#233;monos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhort&#225;ndonos; y tanto m&#225;s, cuanto veis que aquel d&#237;a se acerca.</div>
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