Encontrando alegría en las habitaciones del corazón de una madreMuestra

La cocina

Si la madre es el corazón de la familia, la cocina es el corazón del hogar. La cocina es el lugar donde se preparan deliciosas comidas, donde se saborea el amor y donde el cuidado genuino de unos a otros se convierte en un aroma delicioso. Suele ser la habitación del hogar donde se juega, donde las conversaciones son enriquecedoras y donde la comprensión se sirve generosamente.

No es ningún secreto que la maternidad puede ser agotadora; hay muchos días en los que sientes que estás raspando el fondo de tu barril emocional. Pero, ¿puedo compartir un secreto contigo en la cocina de tu corazón? Creo que está en el plan de Dios que los años de maternidad sean años emocionalmente abundantes para una mujer, no años de hambruna emocional. Dios desea que la época de la maternidad constante sean años de recuerdos satisfactorios y de fuerza refrescante para ti; por eso pasaremos algún tiempo en la cocina de tu corazón.

No tienes que pretender ser una supermamá porque tienes un super Dios que está disponible para ti en cualquier momento del día o de la noche. Es en la cocina de tu corazón donde Su presencia es más apetitosa y Su sabor característico es más intenso. Este es el lugar en el que te sumerges en todo lo que Él es y en todo lo que tiene para ti.

Es en la cocina de tu corazón donde debes establecer tus prioridades. Si no estás sana espiritualmente, entonces nunca estarás sana emocionalmente. Nunca serás la madre emocionalmente estable que deseas ser para tus hijos hasta que pongas prioridades. Debes servirte una porción abundante de intimidad con Cristo cada día para que puedas preparar las emociones apropiadas para dar a tus hijos.

Una madre debe fijar su mente, sus emociones y su corazón en el presente. Debe decidir estar plenamente presente en cada momento con sus hijos. Cuando estás inmersa en un guiso de risas, dientes flojos y proyectos de ciencias, estás en tu mejor momento. Este tipo de vida es mucho más satisfactoria que una casa impecable, un maquillaje perfectamento o un armario de diseñador. ¡Es una vida deliciosa!