Creadas en El Corazón De DiosMuestra

Mujer, eres especial

Hoy hablaremos de Eva, la primer mujer creada por Dios. Eva fue mujer de Adán y madre de Caín y Abel. Su nombre en hebreo significa "vida" y "madre de los vivientes".

En el libro de Génesis dice que, "Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó," (Génesis 1:27 NVI).

Dios nos creó a Su imagen. Ser creadas a imagen de Dios es tener cualidades de Dios en nosotras. Eva reflejaba la perfección de Dios en su apariencia, en su carácter, en su corazón. Por esta razón, podemos decir que una mujer es sinónimo de bondad, amor, esperanza, creatividad, delicadeza, ilusión, alegría y energía. A Dios le agradó crearnos así, con todas las virtudes y talentos que nos caracterizan y que nos hace diferentes a todo lo creado por Él. 

La Biblia también menciona algo muy especial que dijo Dios a Adán y a Eva, y fue desearles y querer lo mejor para ellos. Habló palabras de bien. Dice en Génesis que Dios bendijo a Adán y a Eva. La Palabra dice así: "y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo»" (Génesis 1:28 NVI).

Es decir, Dios dio a Adán y a Eva Su bendición para prosperar, para tener éxito en la vida, para administrar todo lo que hay en la tierra. Pero, además, nos dio talentos, dones y capacidades para hacer grandes cosas; así que, la próxima vez que pienses que no puedes hacer algo, recuerda que Dios ya te ha bendecido. Usa esos talentos que te ha regalado. Eres Su creación. Eres Su hija. Te formó a Su imagen y te bendijo. ¡Wow! 

Probablemente en algún momento de tu vida sufriste de maltrato verbal o físico por parte de un padre, un esposo, hijos o un jefe, con palabras que dañaron tu corazón y quizá has pensado que tenían razón. Te creíste esas palabras, palabras que etiquetaron y marcaron tu vida por años, meses o días, y eso le puso freno a un sueño, una meta, un trabajo, o hasta a una labor en tu hogar. Pero hoy quiero decirte que Dios quiere sanar esa parte de tu vida y que recuerdes el valor con el cual Dios te ha creado.

Dedica un momento para orar, pidiéndole a Dios que sane esas heridas en tu corazón, que te ayude a perdonar y soltar a esa persona que tanto daño te hizo. Ora a Dios, dile que te muestre tal y como Él te ve. Déjate amar por Dios y recuerda, mujer, que eres especial y naciste en el corazón de Dios. Ama, sonríe, crea, brilla y vive.