Las Buenas Noticias De Dios - Parte 2Muestra

¡Buenas noticias! El secreto del trigo - parte 2

El momento de gloria del señor Jesús cada día estaba más cerca, de hecho, como mencionamos el día de ayer, ya estamos leyendo sobre su última semana aquí en la tierra. Jesús creció viendo a José, su padre adoptivo, quien se dedicaba a la carpintería (Ver Mt 13:55), y Él sabía que había venido a este mundo a morir en una cruz, de hecho, conocía los detalles de su sufrimiento y su muerte, puesto que conoce el futuro, así que de una u otra forma, el trabajo de José, los clavos, el martillo y la madera, fueron siempre un recordatorio para Él, y una forma humana de prepararse, pero ahora, el saber esa verdad es diferente, porque ya no faltaban años, sino menos de una semana.

Versículos 27 al 30:  Observa que Jesús afronta lo que ocurriría dentro de poco tiempo, sabía que se acercaba su sufrimiento en la cruz y como era humano, su alma estaba turbada, estudia que la palabra griega utilizada aquí, sugiere que su alma estaba “inquieta, espantada, asustada, conmovida”, dándonos a entender que sentía terror (v. 27) (comparar con Lc 44-22:43). Desde su naturaleza humana, Jesús deseaba escapar de esa muerte espantosa, pero tenía claro que había venido a este mundo para morir por los pecados de todos nosotros, así que somete sus deseos humanos y decide obedecer y glorificar a Dios padre, inmediatamente se oyó una voz venida del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez (v. 28).

La multitud que estaba presente y escucho la voz, unos pensaban que había sido un trueno, y otros, que le había hablado un ángel, pero Jesús aclara que esa voz no hablaba para Él, sino para que ellos la oyeran (v. 30), y no fue la primera vez que Dios Padre habló en publico durante la vida de Jesús, también lo hizo en su bautismo (ver Mt 3:17) y en su transfiguración (ver Mt 17:5). 

Versículos 31 al 50: Presta mucha atención a estos pasajes, puesto que aquí Jesús nos dirá todo lo que logrará con su sufrimiento y muerte en la cruz; primero, el mundo será juzgado, puesto que sus valores serán confrontados hasta el fin de los tiempos, con los principios y valores del evangelio (ver 1 Jn 2:15); segundo, el príncipe de este mundo será echado fuera (v. 31), refiriéndose a un enemigo en concreto (14:30; 16:11) conocido en hebreo como "Satanás" o "adversario" ( Job 1-2) y en el griego como el “diablo"; tercero, el veneno del pecado será eliminado junto con sus consecuencias, puesto que como Moisés levanto en un palo la serpiente de bronce en el desierto, para que todos los que estaban a punto de morir por mordeduras de serpientes venenosas, la miraran y se salvaran (ver Números 21:4-9), así Jesús será “levantado de la tierra” en una  cruz (VV. 32-33), y todos los que lo miren y crean en Él será salvos. 

Al continuar tu lectura bíblica del día hasta el versículo 50 de este capítulo, te darás cuenta que muchos judíos a pesar de haber visto con sus propios ojos los grandes milagros que Jesús había hecho, no creían en Él, y aprenderás como la gente que rechaza a Jesús serán condenados por su mensaje y no por Él, puesto que Él no vino para condenar al mundo, sino para salvarlo.

¿Qué ejemplo puedes tomar de Jesús el día de hoy? ¿Crees en el poder de la cruz? ¿Aceptas a Jesús en tu vida o prefieres ser juzgado por su mensaje?