Amar como JesúsMuestra

Día 3:  ¿Qué dices de ti?

El segundo mandamiento, que es igual de importante, es amar a las personas como a nosotros mismos. Por ello, es importante examinar la forma en la que te relacionas contigo mismo, poner atención y cuidar las palabras que usas para hablarte a ti mismo o cuando hablas de ti con otras personas. La lengua, aunque es un miembro pequeño, es muy poderosa.

Una historia que nos brinda una perspectiva de la importancia del lenguaje que utilizamos es cuando Moisés envía a doce espías a explorar la tierra de Canáan, la tierra prometida. Solo dos de ellos, Caleb y Josué, al contrario de los demás, se distinguieron por hablar vida, describieron los grandes frutos que había en esa región. Asimismo, calmaron al pueblo diciéndoles que no tuvieran miedo, se mostraron valientes para conquistarla y expresaron que su confianza estaba puesta en Dios, pues estaban seguros de que Él estaba de su lado. 

De la misma forma, es fundamental hablar vida respecto a nosotros mismos; pues de la misma manera te dirigirás a las personas que estén cerca de ti. Es tan importante lo que tú dices de ti mismo, como lo que Dios ha dicho de ti. Eres una obra de Dios, Él ve tu potencial y deja de lado los errores que podamos cometer. 

Por lo que hoy te animo a reconocerte como hijo de Dios y a guardar en tu corazón que eres digno de su amor y que te guiará diariamente, mediante su Espíritu. Pon tu confianza en Jesús sabiendo que tiene total control de tu vida.

Oración: Padre mío, gracias por crearme semejante a ti, por amarme tal como soy y por interesarte en mí a pesar de mis pecados. Te pido que me des sabiduría y me cubras con tu amor para verme como tú me ves y amar a las personas como tú las amas. En el nombre de Jesús, amén.