Espíritu Santo, Mi Ayuda Muestra

Vas a poder hablar vida

Hoy me gustaría preguntarte qué estás cosechando con las palabras que hablas. ¿Tus palabras son de vida o hablan muerte? ¿Tus palabras traen alegría o desesperación? ¿Tus palabras traen duda? ¿Hablas paz o estás hablando preocupación? ¿Hablas bendición o maldición? ¿Qué dices en el día de hoy sobre tu vida, sobre la vida de los demás, sobre tus circunstancias?

“Que las palabras en mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, Oh Señor, mi roca y mi redentor”. Salmo 19:14 (NTV)

¡Qué bueno sería que así siempre fuera nuestra confesión! A pesar de la temporada que estemos viviendo. Que nuestra vida se mueva en dirección a nuestras palabras, que con ellas le demos vida a cada cosa de la que hablamos. 

Esto es fuerte, porque muchas cosas en nuestra vida se ven secas o muertas, porque somos seres humanos y somos expertos en enfocarnos en los problemas. Pero hoy quiero animarte a que puedas empezar a hablar vida con la ayuda del Espíritu Santo. Él te va a ayudar a que puedas cambiar tus palabras negativas por una confesión de vida, sobre tu matrimonio, sobre tus finanzas, sobre tus hijos, sobre toda enfermedad. Tenemos que hablar vida y dejar las palabras de derrota, contrarrestar lo negativo. 

En Marcos 11:22-23, Jesús nos desafía a que hablemos a la montaña y no sobre la montaña. El Señor quiere cambiar nuestra situación, pero a nosotros nos toca tomar la responsabilidad y hacer nuestra parte, nos toca hablar de manera positiva. Porque hay una conexión entre lo que nosotros decimos y lo que Dios hace.

A nosotros nos toca declarar, y por eso es importante que tomemos conciencia acerca de qué estamos hablando sobre nuestra vida. Hoy somos llamados a ser luz en medio de la oscuridad, tenemos que mostrar a los demás que tenemos esperanza por medio del Espíritu Santo. No nos hundiremos en medio de la tormenta. Sin importar qué etapa estemos viviendo, podremos hablar de manera esperanzadora a nuestra situación.

Oración: Señor, eres mi roca y mi redentor, que mis palabras y mis pensamientos sean aceptables ante ti. Trae vida a mi lengua para que pueda hablar con palabras de fe y amor, con acción de gracias y esperanza.