¿Quién es Jesús? Parte 2Muestra
La llaves del Reino
En este capítulo, encontramos una colección de parábolas sobre el Reino del cielo contadas por el narrador más influyente de todos los tiempos. Incluso si no estás completamente convencido de que Jesús es quien Él dice ser, nadie puede negar el impacto que tuvo en la historia y la civilización occidental. Y mucho de ese impacto es el resultado de las historias que contó. Las historias de Jesús capturaron la verdad de la condición humana y la naturaleza de la realidad en sí. Y 2.000 años después, Sus historias aún transforman corazones y destruyen suposiciones.
Una de las parábolas más famosas de Jesús se encuentra al principio de este capítulo. Es la parábola del sembrador. Jesús describe un agricultor que sale a sembrar. Algunas semillas caen en lugares rocosos, algunas entre espinos, otras junto al camino y otras en buena tierra. El tipo de fruto que produjeron lo determinó el suelo en que cayeron. Las semillas junto al camino no produjeron más que una merienda para las aves. Las semillas entre las rocas brotaron pronto pero no tenían espacio para las raíces en el suelo poco profundo, por lo que se secaron y murieron. Los espinos permitieron que las semillas crecieran durante un tiempo, pero al final la maleza las ahogó. Por último, el suelo rico y bueno produjo una cosecha de hasta 100 veces más de la cantidad original plantada.
¿Por qué habla Jesús sobre agricultura? ¿Qué tiene que ver esta historia contigo y conmigo? Jesús ha estado presentando el Reino del cielo. Nos está invitando a formar parte para traer ese Reino a la Tierra. Y lo que nos está mostrando en esta historia es que nuestra eficacia en esa misión depende de la condición de nuestro corazón.
Jesús explica la parábola anterior a Sus discípulos al decir que cada una de las cuatro condiciones representa un tipo de persona. La persona representada por las semillas que caen por el camino es alguien que escucha el mensaje del Reino y no lo recibe. La semilla es un blanco para que el enemigo la robe rápidamente. La semilla que cayó entes las rocas representa una persona que recibe el mensaje rápidamente pero solo por emoción. Cuando el sentimiento desaparece, no hay raíces que soporten una fe continua. Las interacciones poco profundas producen relaciones superficiales. Debemos conocer a Jesús en verdad. Las semillas que cayeron entre espinos representan a aquellos que escuchan, reciben el mensaje e incluso tienen una buena relación con Jesús, pero cuando surge alguna dificultad en sus vidas o son distraídos por otros deseos, su fe ya no es una prioridad y se vuelve infructuosa. Finalmente, la tierra buena representa a quienes escuchan, entienden y aceptan la invitación de Jesús para asociarse con Él en la restauración de la creación. Y esta dedicación a la misión para la cual fuimos creados resulta en una vida increíblemente fructífera.
La historia de Jesús lleva a la pregunta: ¿Cuál eres tú? Debemos ser de las personas que cuidan la tierra que es nuestro propio corazón. Tomemos en serio nuestra fe e invitémonos asuelo una relación profunda y dinámica con Jesús, el Dios que nos invita a una vida significativa y fructífera que impacta el mundo a nuestro alrededor.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Quién es Jesús? Esta es una pregunta fundamental. Porque si Jesús es realmente quien dice ser, eso lo cambia todo. Pero si Jesús no es quien dice ser, también lo cambia todo. Acompáñanos en la segunda parte de nuestro viaje a través del Evangelio de Mateo mientras descubrimos la respuesta a esta pregunta fundamental.
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