La Parábola De La PalmeraMuestra

Florecemos en la Casa de Dios

Dios quiere verte florecer en todo lo que hagas y para eso Él diseñó la Iglesia. La familia de Dios es una de sus mayores bendiciones y son parte fundamental en el crecimiento del creyente por varias razones:

1. El mensaje en la casa de Dios: Con pensamientos positivos puedes alterar ciertos hábitos por temporadas, y puedes emocionarte con mensajes motivacionales, pero las emociones van y vienen, pero la Palabra de Dios es la única capaz de penetrar hasta lo profundo del corazón del hombre. Las palabras nunca son sólo palabras, las palabras cargan un peso que es directamente proporcional a aquel de quien vinieron. Por eso no hay nada que se compare con la Palabra de Dios. Y esta es predicada en la Iglesia Local.

2. Los líderes de la casa de Dios: Su misión es ayudarte a florecer y velar por tu alma. Ellos han sido llamados por Dios para invertir su vida enseñándote los principios eternos que vinieron del cielo y que te ayudarán a crecer.

3. La familia que se reúne en la casa de Dios: No somos perfectos, somos perdonados y estamos buscando a Dios juntos. No todos serán iguales a ti, y no todos pensarán igual que tú. Inclusive hasta tal vez te ofendas en la interacción con ellos, y créeme, las ofensas vendrán, pero esto es parte del crecimiento cristiano. Esa diversidad es la que hace que podamos crecer y madurar. 

Un proverbio africano dice: “Se requiere una tribu para criar a un niño”. 

Hay aspectos de la vida de tu familia que tú no podrás alcanzar. Allí es donde entra en juego la tribu, y te aseguro que querrás escoger muy bien la tribu que va a rodearlos porque esto va a determinar su salud emocional y espiritual.

Por esto existe la Iglesia.